"Si tú me olvidas..."
Pablo Neruda - Ángel González
Los temas en Poesía son reducidos, quiero decir que al final hablamos del amor/desamor, de la muerte, del dolor, de la pérdida, de lo trascendente.
Por eso es sencillo encontrar que distintos autores han hablado de lo mismo y cada uno tiene su propio punto de vista y la distinta emoción al tratar el tema.
Hay dos poemas que quiero dejar aquí como ejemplo de esas correspondencias.
Probablemente Ángel González conocía el poema de Neruda que pertenece a su libro "Los versos del Capitán" (1952), pero desconozco si sucedió lo contrario, que Neruda leyera o conociera el poema del español Ángel González, pero pudiera ser, teniendo en cuenta que el poema de Ángel González se publicó en 1956, cuatro años después, en su primer libro "Áspero Mundo". Son dos poemas casi contemporáneos.
Los dos plantean el tema del amor/desamor. Los dos hablan a la amada y dicen qué ocurrirá "si tú me olvidas". Los dos poemas me gustan, las dos respuestas son válidas.
Inicio esta serie de entradas en mi blog que llamaré "Poemas y correspondencias" con estos dos poemas.
Disfrutadlos.
Es difícil elegir con cuál quedarse si podemos quedarnos con ambos.
Grandes poetas los dos, sin duda.
1.
SI TÚ ME OLVIDAS
Pablo Neruda
QUIERO que sepas
una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.
Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.
(De "Los versos del Capitán". 1952)
2.
Por eso es sencillo encontrar que distintos autores han hablado de lo mismo y cada uno tiene su propio punto de vista y la distinta emoción al tratar el tema.
Hay dos poemas que quiero dejar aquí como ejemplo de esas correspondencias.
Probablemente Ángel González conocía el poema de Neruda que pertenece a su libro "Los versos del Capitán" (1952), pero desconozco si sucedió lo contrario, que Neruda leyera o conociera el poema del español Ángel González, pero pudiera ser, teniendo en cuenta que el poema de Ángel González se publicó en 1956, cuatro años después, en su primer libro "Áspero Mundo". Son dos poemas casi contemporáneos.
Los dos plantean el tema del amor/desamor. Los dos hablan a la amada y dicen qué ocurrirá "si tú me olvidas". Los dos poemas me gustan, las dos respuestas son válidas.
Inicio esta serie de entradas en mi blog que llamaré "Poemas y correspondencias" con estos dos poemas.
Disfrutadlos.
Es difícil elegir con cuál quedarse si podemos quedarnos con ambos.
Grandes poetas los dos, sin duda.
1.
SI TÚ ME OLVIDAS
Pablo Neruda
QUIERO que sepas
una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.
Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.
(De "Los versos del Capitán". 1952)
2.
MUERTE EN EL OLVIDO
Ángel González
Yo sé que existo porque tú me inaginas.
Soy alto porque tú me crees alto
Y limpio porque tú me miras con buenos ojos,
Con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace inteligente,
Y en tu sencilla ternura
Yo también soy sencillo y bondadoso.
Pero si tú me olvidas, quedaré muerto
Sin que nadie lo sepa.
Verán viva mi carne, pero será otro hombre
Oscuro, torpe, malo el que la habita.
(De "Áspero Mundo". 1956)
6 comentarios:
Hay infinidad de caminos para describir el amor y el olvido, cualquiera de ellos cumple su misión... Los dos me han gustado.
Y estos dos poemas, son el ensayo de las emociones, de los sentidos que afloran en la frontera de lo deseado, del vértigo en el amor...
del delirio en los segundos del olvido...
Un abrazo
Hola Javier, enhorabuena por el blog!
Quisiera pedirte consejo...dentro de nada se casa mi mejor amiga y me gustaría leer un poema en su boda, he pensado en alguno de Pedro Salinas y como veo que tú conoces bien su obra quería pedirte, si fueras tan amable, que me recomendases uno apropiado para el momento.
Muchísimas gracias
Muchas gracias.
Tu comentario me ha servido para releer a Salinas y he encontrado un poema de "La voz a ti debida" que me parece apropiado. Espero que te guste y que le guste a tu amiga el día de su boda:
Aquí te lo copio. Un abrazo muy fuerte:
LA VOZ A TI DEBIDA
Versos 567 a 610
Todo dice que sí.
Sí del cielo, lo azul,
y sí, lo azul del mar;
mares, cielos, azules
con espumas y brisas,
júbilos monosílabos
repiten sin parar.
Un sí contesta sí
a otro sí. Grandes diálogos
repetidos se oyen
por encima del mar
de mundo a mundo: sí.
Se leen por el aire
largos síes, relámpagos
de plumas de cigüeña,
tan de nieve, que caen,
copo a copo, cubriendo
la tierra de un enorme,
blanco sí. Es el gran día.
Podemos acercarnos
hoy a lo que no habla:
a la peña, al amor,
al hueso tras la frente:
son esclavos del sí.
Es la sola palabra
que hoy les concede el mundo.
Alma, pronto, a pedir,
a aprovechar la máxima
locura momentánea,
a pedir esas cosas
imposibles, pedidas,
calladas, tantas veces,
tanto tiempo, y que hoy
pediremos a gritos.
Seguros por un día
—hoy, nada más que hoy—
de que los «no» eran falsos,
apariencias, retrasos,
cortezas inocentes.
Y que estaba detrás,
despacio, madurándose,
al compás de este ansia
que lo pedía en vano,
la gran delicia: el sí.
Es perfecto.
Eternamente agradecida!
Un abrazo
Pedro Salinas en la voz a ti debida o en razón de amor me emociona, me trae recuerdos no lejanos de una voz que una madrugada, desde un punto lejano de Europa me recitaba con deliciosa cadencia los versos del 1585 al 1625. Él ya no está, pero su voz se quedo conmigo para siempre y siempre me dirá lo mismo.
Porque tú nunca: tu memoria, es materia.
Ilusa de mí, hace unos meses me planteaba, al leer este poema de Neruda, que dónde quedaba el amar por amar, la entrega sin espera.
El amor tiene algo de egoísta y mucho de espera,de correspondencia, de reciprocidad. Hay quien no empieza a amar hasta que no se encuentra reflejado en los ojos del otro/a.
Y ya sé que ambos poemas dicen mucho más. Creo que el de Ángel González me transmite más generosidad de alma. Pero sólo son percepciones.
Besos
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