WATERING HOLE
El calor evapora
las últimas lagunas.
Apenas barro y
mosquitos:
el agua inapelable
que da vida y muerte.
Esperáis ocultos
a que nos venza la sed.
El crujido de una rama
-nuestros pasos-
nos revelan.
La noche ya no es
refugio.
El llanto es
respiración
y el viento,
fuego que delata.
Morir debilitados bajo
el colmillo cruel
y la garra.
O morir de sed.
Javier Díaz Gil
20 de junio de 2017