Tras la presentación del acto, la autora rodeada de amigos poetas. Arriba: Jose María Herranz, Juan Antonio Arroyo y Jorge Díaz Leza. Abajo: María Antonia Copado y Javier Díaz Gil |
Esta tarde del 19 de febrero de 2015, tal como anunciaba en una entrada anterior, hemos presentado en la sala 426 de la ONCE (Organización de Ciegos de España) el nuevo poemario de María Antonia Copado, "Cuerpo inerte", publicado por la editorial Poeta de Cabra.
Hemos presentado el libro el poeta y editor José María Herranz y yo.
Tras las palabras previas de los dos presentadores y las de la propia autora hemos realizado alternativamente José María y yo, por los problemas de visión de la autora, una lectura de una muestra de los textos del libro.
Después hubo animada conversación con el público y María Antonia Copado firmo un buen número de ejemplares.
Regreso satisfecho del acto y quiero dejar aquí como en ocasiones anteriores, el texto que he utilizado para mi presentación, que es además el prólogo que escribí para la autora para introducir su libro.
Espero que os guste y que os despierte ganas de leer el libro, merece mucho la pena, de verdad.
CRÓNICA DE UN CUERPO INMÓVIL
María Antonia Copado publica otro nuevo libro valiente después de la aparición en 2012 de La mujer de la lluvia. Aquél, crónica de un amor que rebasa límites: dos mujeres, el amor, la pasión, el dolor y la memoria. Libro imprescindible y, como digo, valiente. Si entonces era Eros el protagonista de su Poesía, en este nuevo libro es Thanatos quien lo habita.
Eros y Thanatos no son sino las dos caras de una misma moneda. Freud decía que ambos eran los dos instintos sobre los que el Hombre construye su vida. El equilibrio que es necesario alcanzar. Así, La mujer de la lluvia y Cuerpo inerte hay que contemplarlos y leerlos como visiones complementarias, la búsqueda del equilibrio en la mirada del poeta.
En el primer poema de Cuerpo inerte, Mª Antonia Copado nos descubre el hilo con el que teje su escritura:
Un cuerpo inmóvil cubierto
por un lienzo blanco.
Este libro, nos desvela su autora, es la crónica de un cuerpo inmóvil.
La muerte, el instante previo, es el lugar desde el que Mª Antonia Copado observa la vida. Regresan a sus poemas la pasión a veces y la lujuria, la memoria y la infancia, personificada en esa niña de los tirabuzones que puebla alguno de sus poemas. Imágenes fijas que explican el presente, con las que explicar el futuro.
Si en el libro anterior era la prosa poética, es en este el verso el modo de expresión de la autora. La búsqueda del equilibrio en las formas de expresión que se complementan: Eros y Thánatos. La palabra fluida de la prosa, la palabra retenida en el verso. Poemas breves que se trenzan con poemas más largos: Mª Antonia Copado quiere manejarnos, llevarnos como lectores desde lo lírico a lo narrativo, sin desatender en ningún momento la intensidad de la emoción, nuestra emoción.
Hay en estos poemas un canto elegíaco con el que teje también su escritura. Se canta lo que se pierde, dice Machado, pero no es menos cierto que como dice Ibsen, Sólo lo que se pierde es adquirido para siempre. Nuestro equipaje en la vida se va completando con lo que poseemos pero también con lo que nunca pudimos poseer.
María Antonia Copado lo sabe y lo demuestra en cada uno de estos poemas.
El tiempo todo lo matiza: el dolor es menos cruel, la pasión se desvanece. Desde el último escalón desde el que escribe (magnífica imagen que encontramos en varios de estos poemas) aún hay vida y deseo.
Quiere este nuevo libro ser un canto también de amor.
Amor más allá de la muerte, polvo enamorado. No es difícil que recordemos los versos de Quevedo al terminar de leer este libro. O recordar también a Ángel González y su poema Inmortalidad de la nada: Abandona cuidados: / lo que ha ardido / ya nada tiene que temer del tiempo.
Es ese deseo de trascender, de vencer a la muerte desde el amor, por lo que la poeta nos dice, y no es casual, en el poema que cierra el libro:
Te amo más que nunca.
Desde este rincón
enmohecido y oscuro...
Quiero añadir, para cerrar estas palabras previas, que de nuevo he tenido la fortuna de participar en la edición, como en el poemario anterior, de este nuevo libro de María Antonia Copado. Libro valiente, reitero, tal como decía al comienzo, de una poeta valiente que no hay que perderse. Leed este libro de principio a fin: hay una historia que se cuenta, una mirada desde la que Mª Antonia Copado escribe el mundo y luego, regresad a cada uno de sus poemas y dejad de nuevo que os conmuevan.
Javier Díaz Gil
Madrid, agosto de 2014