Se "cojen" pedidos con dos días de antelación
En un establecimiento de Madrid, en la calle Mauricio Legendre (¿o tal vez escribirían estos señores el nombre de este hispanista francés que da el nombre a la calle como Maurico Lejendre?) -y no daré más datos de su ubicación- me he encontrado con este cartel. La imagen jugosa de un pollo relleno casero de nueces, dátiles, orejones... con sus salsa correspondiente. Aquí puedes adquirirlo y tal como reza el cartel en su parte inferior sólo has de tener en cuenta que
"se cojen pedidos con dos días de antelación".
Es bueno saberlo.
Pero es que con la patada que me ha dado en los ojos esa
J en mitad de la palabra "cojen" he tenido que sacar mi móvil y hacerle una foto al cartel para hablar de ello en mi blog.
Es habitual confundir ambos sonidos de g y j.
Tal como nos dice en su web
www.kalipedia.com sobre la letra J:
La letra j
La grafía j representa el sonido J. La letra j se pronuncia del mismo modo que la letra g cuando va seguida de e, i.
En este caso al ir seguida de la letra "e" el redactor del cartel ha identificado el sonido igual pronunciado de la G como una J.
Y he pensado a continuación que quizá este cartel no está escrito así por error y que tal vez sea un oculto homenaje al poeta
Juan Ramón Jiménez que escribía J o G según su sonido.
En esa misma web anterior nos lo recuerdan:
El poeta
Juan Ramón Jiménez no seguía en sus escritos algunas normas ortográficas. Así, por ejemplo, empleaba la letra
j en lugar de la
g cuando esta tiene el mismo valor fonético (en lugar de escribir
elegías escribía
elejías). Esta actitud no es un mero capricho del autor; se enmarca dentro de una opinión que tuvo diversos partidarios en Hispanoamérica (en Venezuela, Andrés Bello, y en Perú, González de Prada) que abogaba por la simplificación de la ortografía. Opiniones similares se mantienen aún vigentes en algunos autores actuales. Se puede recordar, por ejemplo, la polémica desatada por
Gabriel García Márquez en el Congreso de la Lengua Española de Zacatecas, México, en 1997. En su discurso llegó a decir: «Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna».
Está claro que lejos de estos pensamientos se trata de un error ortográfico y lo correcto es escribir "cogen".
Y, amigos, porque el cartel está en España y no en algún país latinoamericano pues de ninguna manera hubieran puesto en el texto el verbo coger, ya que el diccionario de la RAE bien claro nos cuenta que la palabra coger, en su acepción nada menos que número 31 significa:
31. intr. vulg. Am. Realizar el acto sexual.
Ah, por cierto, una cosa más, además de pollo casero relleno, en este establecimiento se "cojen" pedidos para cuartos de lechal al horno. Con sólo dos días de antelación, basta.
Aquí os dejo la segunda foto...
No tiene mala pinta tampoco.