EL POETA ESPIRITUAL
El poeta probó a escribir poemas
más espirituales.
Harto de carnalidad
adelgazó sus palabras,
las sometió a contemplación:
conquistó el paraíso
del alma.
Todo tiene un límite.
Abandonó la escritura
y el camino de las privaciones
el día que no detectaron su cuerpo
las células fotoeléctricas
de los centros comerciales.
Javier Díaz Gil
24 de febrero de 2015