martes, 24 de enero de 2017

Texto de mi presentación "Tiempo de orquídeas" de David Lerma Martínez. "café Libertad 8" (Madrid) 23/01/2017

Javier Díaz Gil, David Lerma Martínez
y José María Herranz en Libertad 8


Ayer, lunes 23 de enero de 2017, celebramos en el café Libertad 8 la presentación de una novela excepcional "Tiempo de orquídeas", de un autor también excepcional, David Lerma Martínez. Una novela grande que merece trascender y que se conozca. Un gran libro que se centra en un periodo clave de la transición española: del 24 de enero de 1977 a abril de ese año. 24 de abril, fecha (de la que hoy mismo se cumplen 40 años) del asesinatos de los abogados de Atocha.

Tras la presentación inicial de José María Herranz (poeta y editor) y de la mía propia, ocuparon la mesa la escritora Rocío Díaz que leyó algunos pasajes de la novela y el autor, David Lerma, que nos descubrió algunos detalles de la obra y nos habló del proceso de la escritura. Fue fantástico. Una tarde memorable.

Como hago habitualmente quiero dejar constancia en mi blog, a continuación, del texto de mi presentación:

Tiempo de orquídeas

David Lerma Martínez 

Para mí es una alegría formar parte de esta presentación, apadrinar de algún modo, la publicación de una novela de David Lerma. Conozco a David desde el año 1996. Estaba convencido desde hace todos esos años que la buena literatura, el buen oficio de David tendría como recompensa algún día la publicación de su obra. Y ha sucedido y es justo que pueda disfrutarla todo el público lector.Esta novela que nos ha ido leyendo su autor en la Tertulia mientras la estaba escribiendo ahora ya es un libro. Muchas veces digo que en la Tertulia tenemos la fortuna de ver nacer y crecer libros. Este “Tiempo de orquídeas” es uno de esos milagros que gracias a la editorial Poeta de Cabra es una realidad.David Lerma Martínez, nació en Madrid el 3 de junio de 1972. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense (Madrid). Ha publicado relatos en varias revistas de ámbito local y nacional, como Rascamán, que editábamos en el Taller de Literatura que yo dirigí en el Centro Cultural “Ágata” de Villaverde Alto (Madrid), en La Buena Letra, de la Asociación de Escritores de Fuenlabrada (Madrid), o Luces y Sombras, de la Fundación María del Villar Berruezo de Tafalla (Navarra). Asimismo, ha publicado varios relatos en los Certámenes literarios anuales Ciudad de Getafe. Ha logrado el Primer Premio del Concurso Relatos desde mi barrio, convocado por la Asociación de Vecinos Los Rosales, de Villaverde Bajo (Madrid). Además, ha participado en diversos recitales literarios y poéticos organizados por el Centro Cultural Ágata de Villaverde Alto (Madrid), y el Club Literario “Amargord” de Madrid. Es autor de las novela Soñadores (2008) y Tiempo de Orquídeas (2013), la primera de ellas aún inédita. Forma parte de la muestra itinerante Poesario: Huesos y Literatura, que ha sido expuesta en diversos cafés y centros culturales de Madrid y en esta misma Biblioteca, con la pieza que lleva por título Hambre. Es miembro de la Tertulia Literaria Rascamán, que se reúne semanalmente en Madrid.David Lerma es narrador de profundidad. Escritor de novelas y relatos en los que su mirada y su idea sobre el mundo se trasladan a sus personajes y a las situaciones que nos plantea. Eso sucede con Tiempo de orquídeas.Aunque el novelista se empeñe en decir lo contrario, es inevitable (en poesía por supuesto y también en novela) que el pensamiento y el sentimiento del autor forme parte de la obra. Vida y obra son la misma cosa. La biografía de un escritor es la sucesión de los textos, de los libros que ha escrito.Por eso, el protagonista de esta novela, Miguel Soto, expresa en ocasiones el pensamiento, también el sentimiento del autor. Podría ser Soto un antihéroe si no fuera porque los héroes no saben que lo son hasta que se presenta la oportunidad de serlo. El compromiso y el sacrificio son la pasta de la que está hecho nuestro protagonista.Personajes bien perfilados, verosímiles, que se acoplan perfectamente unos a otros y que consiguen un conjunto armonioso por el que David Lerma nos lleva con mano firme desvelando la trama, haciendo avanzar la novela y su desenlace. Soledad, Sol, es la coprotagonista femenina, que tanto influirá en Soto. Personaje que conocemos con su nombre propio, destacándolo del resto. Frente a los personajes corales que David Lerma identifica, dejándolos en un segundo plano, nombrándolos tan sólo con sus apellidos: Romero, Téllez, Serrano y Yáñez, seres oscuros y siniestros que pueblan muchas oficinas (a poco que pensemos conocemos todos a algún Romero, Téllez, Serrano o Yáñez) y que son claves en el libro.“Tiempod e orquídeas” es un libro arriesgado. Es arriesgado contar una historia situada en la transición española. En un momento clave como es el asesinato de los abogados de Atocha, en enero de 1977. Una época en la que nuestro autor tenía tan sólo 5 años. Escribir de un tiempo que no has vivido requiere investigación, requiere acudir a la memoria de tus mayores, requiere oficio. Recrear cómo era el Madrid de 1977, cómo vestían los personajes o como hablaban, hacernos entrar en sus pensamientos y hacerlo bien no es sencillo. David Lerma lo consigue. El tiempo narrativo, la acción principal de la novela, transcurre de enero a abril de 1977, cuatro meses claves. Los hilos del tiempo histórico (el asesinato de Atocha, los crímenes de ETA, la legalización del PCE…) se entrelazan con sabiduría con la intrahistoria: la relación entre los personajes, su pasado, su presente, sus miedos, sus certezas, las calles de Madrid, sus  habitantes… El tiempo histórico del pasado de Soto -excelentemente narrado- que explica su presente (Franco, la cárcel, el sufrimiento, las pérdidas…) es otro de los hallazgos del libro.Dice David Lerma que la escritura es el territorio en el que él se siente libre. El escritor crea y mueve a sus personajes con libertad, les hace decir lo que piensa, olvidando lo que pueda ser políticamente incorrecto. El territorio de la ficción es el territorio de la libertad. Esa libertad, otro hallazgo más, la transmite al lector y consigue hacernos cómplices de la trama y de los personajes.Publicar una novela, un libro de poemas debe ser un acto de compromiso con el lector. No se debe entregar al lector un libro en el que no hayas dado el 100% de tu oficio: la escritura seria y trabajada, las innumerables correcciones, la sabia construcción de personajes y de tramas, la elección del narrador, el reparto de materiales en los capítulos, la consciente ubicación del conflicto en la novela y en cada uno de los capítulos y su resolución… En definitiva, escribir un libro no es sólo contar una historia, es saber valerse de la técnica, apoyarse en el trabajo que hay previo: el sabio oficio de escritor.David Lerma cuida todo eso y esta novela es una demostración de ello. El avisado lector disfrutará de los diálogos, de los monólogos interiores y las digresiones, de las descripciones y de cómo se crean los espacios, del tacto y de los olores que se respiran, de la vida… Y disfrutará leyendo una historia que le atrapará desde la primera página. Una historia con minúscula que construye, sin duda, la Historia con mayúsculas.No debo desvelar más sobre el libro, sobre su argumento. Pero permíteme, David, que cite lo que uno de los personajes, esos siniestros Romero, Téllez, Serrano o Yáñez dicen sobre la poesía y los poetas y que define la mirada de ellos sobre el mundo:Cito literal:“Cuando le sacaron del coche, no paraba de decir que no estaba haciendo nada, que iba a una cita con su novia, que él solo escribe poemas, nada más. Vamos, que es poeta…-O sea, un inútil. Macho, ¿por qué será que a todos los inútiles les da por lo mismo?”
David, sonreí cuando leí este pasaje.Una excelente novela que merece vuestra atención. Que merece que la leáis y que si os gusta (estoy seguro de que va a ser así) la recomendéis porque leer a David Lerma va a ser para vosotros un verdadero hallazgo.



 Y algunas imágenes de la presentación:





David Lerma y Rocío Díaz










Agustín Sánchez Antequera, José María Herranz, David Lerma,
José Luis Cabo, Alma Pagés, Rocío Díaz y Javier Díaz Gil

Algunos compañeros de la Tertulia Rascamán
nos acompañaron en la presentación


martes, 17 de enero de 2017

23/01/2017: Presentación de la novela "Tiempo de orquídeas" de David Lerma Martínez. Café Libertad 8 (Madrid)


El próximo lunes 23 de enero de 2017 a las 19.00 horas se presenta la novela de David Lerma Martínez "Tiempo de orquídeas" en el café Libertad 8 de Madrid (C/ Libertad nº 8).

Tendré el gusto de participar en la presentación junto al autor y junto a José María Herranz (poeta y editor). Rocío Díaz Gómez leerá algunos pasajes de la novela.

Se trata de un libro intenso centrado en los días del asesinato de los abogados de Atocha y la iniciada y débil entonces Transición española. 

David Lerma escribe relato y novela, con especial maestría en las tramas negras y policiales, donde los claroscuros del alma humana se manifiestan en una realidad que siempre asombra por su extrañeza. 

Es miembro asiduo de la tertulia literaria madrileña “Rascamán” que coordino.

Os esperamos, David Lerma nos sorprenderá a todos.

Más información sobre el libro pulsando aquí.

PRESENTACIÓN DE "TIEMPO DE ORQUÍDEAS" DE DAVID LERMA MARTÍNEZ.
LUNES 23 DE ENERO DE 2017, 19 HR.
CAFÉ LIBERTAD 8
C/ LIBERTAD, 8. MADRID
METRO BANCO DE ESPAÑA Y CHUECA.

lunes, 16 de enero de 2017

Crónica de la presentación en María Pandora (Madrid) 20/12/2016 de "La palabra y la carne" de Javier Díaz Gil


Presentación de "La palabra y la carne" en la librería champañería 
"María Pandora" (Madrid) 20/12/2016


Tenía pendiente recopilar algunas imágenes y vídeos y publicar esta entrada: la presentación que de mi último poemario "La palabra y la carne" (Ruleta rusa ediciones, Madrid 2016) celebramos en Madrid el pasado 20 de diciembre de 2016.

Quiero dar las gracias en primer lugar a la librería María Pandora que nos acogió y, por supuesto, a Rocío Díaz Gómez, amiga y excelente escritora que me presentó y a la multitud de amigos y familia que llenó la sala. Fue, sinceramente, una alegría y una tarde memorable en la que el silencio y las miradas atentas con las que se escucharon cada uno de los poemas demuestra que la Poesía sólo lo es plenamente si se comparte. La Poesía la escribe el poeta pero no es nada si no consigue que llegue y emocione al que le escucha, al que la lee.

Rocío Díaz Gómez tuvo la generosidad y el acierto de centrar las líneas del poemario, con mano certera y excelente prosa cautivó a los asistentes. Rocío ha recogido en su blog su propia crónica de esta presentación en la que podéis también leer íntegro el texto que sirvió de introducción a la lectura. Para leer la entrada de su blog, pinchad aquí.

El acto dio pie para la conversación, la lectura de poemas de "La palabra y la carne" pero también para recuperar y leer el breve poemario "El ángel prometido", publicado en 2010 junto con "Vivo extramuros" por la Editorial Poeta de Cabra. Libro que aunque publicado antes está escrito con posterioridad a "La palabra y la carne" y en él son protagonistas los ángeles que empiezan a aparecer  en algunos poemas en el libro que presentábamos hoy.

Como muestra de lo que allí se leyó, dejo algunos vídeos a continuación de los siguientes poemas del libro. 

Poema 1. "Sé los nombre..." (La palabra y la carne)


Poema 2. "Habitar la palabra" (La palabra y la carne)


Poema 6. "Poética" (La palabra y la carne)


Poema 8. "Decir perfecto" (La palabra y la carne)


"El ángel prometido" ("Vivo extramuros" y "El ángel prometido")


María Pandora es un sitio muy especial. Mágico. Casi una hora de poesía que reunió un martes de diciembre, casi en lo preámbulos navideños -fechas repletas de cenas de trabajo y compromisos-, a un montón de amigos y lectores a los que agradezco de nuevo su compañía.

Os dejo algunas imágenes de la noche.












sábado, 14 de enero de 2017

Ha fallecido el poeta Nicolás del Hierro


Nicolás del Hierro (1934-2017)

Estoy triste, hoy ha muerto el poeta Nicolás del Hierro.
Mi vida poética va ligada a su nombre desde que le conocí en el año 2000 cuando recibí el premio de poesía que lleva su nombre. Buen amigo, un ser humano generosísimo, un enorme poeta. Descansa en paz, Nicolás, querido maestro. Mi abrazo mas intenso para su viuda, Ana, y sus hijos y para sus queridos amigos.

Dejadme que en su memoria recuerde un poema suyo "Si lloviera...", que me inspiró para escribirle un poema hace dos años, para el homenaje que los amigos le dimos con motivo de sus 80 años. Que la tierra te sea leve, Nicolás. Te llevamos cerca.

Si lloviera…


Hasta la boca, hasta los mismos labios,
vertiéndose, derramándose,
como una nube…
¡Dios, cuánta amargura
se junta en ocasiones en el pecho

Hay que dejarlo atrás:
soñar es sólo un lujo de los privilegiados.
Aquí no hay más que tierra,
tierra. Me sabe a tierra la saliva
y la nariz no aspira sino polvo.
El hombre, aquí, con su problema,
con su carga de tierra en los tirantes…

Si lloviera…
 si lloviera...
El agua,
el agua es lo que importa.
Una tormenta fuerte, grande,
que se llevara este sabor a polvo,
esta tribulación que sale,
sin merecerlo, a veces, por la boca.
El agua…
el agua…
el agua…
¡Si lloviera
podríamos sembrar algo de amor!


(Nicolás del Hierro)

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LO QUE IMPORTA

             Si lloviera...
             El agua,
             El agua es lo que importa
                       (Nicolás del Hierro)

Sólo la lluvia.

La paciencia de la lluvia
y quien la espera.
La tierra dura, el cereal,
el poema.

El agua que corre al fin
entre los dedos, las palabras,
el verso.

Sólo la lluvia invocada,
las uvas y el racimo que brotará,
para saciarnos el hambre
y su misterio.

El hombre que escribe y calla,
que sabe del amor y quiere
huir del polvo.

Sólo el amor,
el amor
solo.

© Javier Díaz Gil
12 de enero de 2014


Del diario Lanza Digital, hoy 14/01/2017

Muere en Madrid Nicolás del Hierro, uno de los poetas más reconocidos de Castilla-La Mancha
Aníbal B.C.
Piedrabuena
El poeta Nicolás del Hierro (Piedrabuena, 1934-2017), uno de los escritores más reconocidos de Castilla-La Mancha ha fallecido hoy en Madrid, a los 82 años de edad.
Según han informado hoy a Lanza amigos del poeta, el escritor castellanomanchego ha muerto tras haberse enfrentado durante meses a una larga enfermedad, que no le ha impedido en todo este tiempo seguir escribiendo y publicar nuevos libros.
Del Hierro, que residía en Madrid,  era uno de los escritores más respetados de la región con un largo currículum literario como poeta, narrador, conferenciante y crítico.
Hace tan sólo unos días el poeta aseguraba, en su última entrevista a Efe, estar muy ilusionado por ver cómo un nuevo libro suyo llegaba a las manos de sus lectores.
Lo hacía a raíz de que la editorial toledana Lastura ediciones tuviera previsto presentar, a finales de este mes, su último libro publicado 'Nota quisiera ser de cuanto sueño'.
Poetas y amigos de Nicolás del Hierro han asegurado que el hecho de que la muerte le haya sobrevenido cuando iba a presentar su último poemario pone de manifiesto que el escritor manchego no ha cesado de crear en todos estos años, desde que en 1962 publicara su primer libro 'Profecías de la guerra'.
De hecho, han resaltado que la enfermedad que ha sufrido, no ha sido capaz de doblegar ni su voluntad, ni su pluma en este tiempo.
Uno de estos amigos, el escritor Francisco Caro ha asegurado que Del Hierro  fue "un poeta a pie de obra", cuyo trabajo literario siempre "ha sido fiel a sus orígenes y al paisaje, que han inundado una buena parte de sus obras".
El pasado mes de mayo, Del Hierro presentaba el poemario "Esta luz que me habita" publicado por la Biblioteca de Autores Manchegos (BAM), que hacía el número diecinueve de sus libros de poesía, y que según sus editores "constituía un buen ejemplo ético y estético de su quehacer literario" en el que el autor buscaba "los cimientos de su propia escritura y las razones de la condición humana".
Cofundador de la Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha, fue miembro muy activo de la Asociación Castellano-Manchega de Escritores de Turismo y, a lo largo de muchos años coordinó el aula de poesía en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid.
Colaborador habitual en distintos medios de comunicación y revistas especializadas, Del Hierro logró el reconocimiento en Latinoamérica, donde llegó a publicar alguno de sus poemarios fuera de España.
Poseedor de numerosos reconocimientos, algunos  le han llegado en los últimos años cuando fue nombrado socio de honor de la Biblioteca de Castilla-La Mancha y cuando en su pueblo natal, Piedrabuena, sus vecinos decidieron rendirle un sentido homenaje poniendo una placa en la casa en la que nació para recordar cómo sus versos cantaron a su tierra y a la hondura de sus gentes.
Hoy, como en aquel entonces, han explicado desde la Asociación de Amigos de Piedrabuena, las calles del pueblo "conservarán la memoria de su poeta" y cómo éste decidió entregar su palabra "a su paisaje, a sus sierras, a su luz y su cal, a su río y a sus gentes".
Nicolás del Hierro, recuerdan sus amigos, siempre se mostró orgulloso de haber nacido en Piedrabuena, cuyo ayuntamiento, en 1997, decidió crear un premio que llevaba su nombre para galardonar un libro de versos, algo que el poeta siempre recordaba como el mayor homenaje que había recibido nunca.
CondolenciasEl presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha lamentado esta mañana la muerte de Nicolás del Hierro y ha manifestado su pésame a la familia y amigos en nombre de la Corporación provincial. Caballero ha destacado la dignidad y la determinación con la que ha luchado contra la enfermedad y ha remarcado la fortaleza creadora de Del Hierro, quien ha escrito prácticamente hasta sus últimos días.
A pesar del sentimiento de pérdida irreparable para Piedrabuena, su pueblo natal, y el conjunto de la provincia, Caballero ha mostrado su satisfacción porque Nicolás del Hierro ha sido valorado como se merece en su tierra. En este sentido, el pasado mes de mayo la institución provincial propició, a través de su editorial, la Biblioteca de Autores Manchegos, la edición de su última obra, el libro de poemas “Esta luz que me habita”, con el número 91 de su colección literaria “Ojo de Pez”.
Caballero, que ha recordado que la andadura creativa de Nicolás del Hierro ha sido “larga y fecunda”, ha remarcado que el poeta, narrador, guionista y crítico deja una extensa obra de gran valor. Y ha agradecido la importancia del legado que nos ha otorgado este prolífico escritor autodidacta que siempre dijo que la calle fue su universidad.
“Se ha marchado un hombre sencillo y auténtico que fue capaz de hacerse a sí mismo como poeta y que no abandono su creación literaria a pesar de que tuvo que trabajar duro para sacar adelante a su familia”, ha dicho Caballero para concluir destacando que a lo largo de su vida siempre se identificó con su tierra y sus gentes.
Por su parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha trasladado su pésame a la familia y amigos de Nicolás del Hierro.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, ha ensalzado, en nombre de todo el Gobierno regional, la trayectoria creativa de este poeta, que en los próximos días tenía previsto presentar su último libro. Además, ha destacado la manera en la que Del Hierro llevaba a gala su procedencia castellano-manchega.
Tal y como ha recordado hoy Felpeto, Nicolás del Hierro estaba estrechamente vinculado a Castilla-La Mancha gracias a su implicación activa en distintas asociaciones de la región, ya que fue miembro de la Asociación Castellano-Manchega de Escritores de Turismo, así como  durante años ejerció la coordinación de la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid.
El responsable de Cultura del Ejecutivo autonómico ha recordado también que Del Hierro fue nombrado socio de honor de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

domingo, 1 de enero de 2017

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar enero 2017

Foto: Alepo, hoy


INMÓVIL

                      "Se vio inmovilizado,
                        hecho piedra."
                                  (José Hierro)



La vida inmovilizada
Hecha piedra.
La mano del hombre,
La sangre.

Recuerdo Belchite y Guernica
Y Madrid bajo las bombas.
Y es Alepo ahora
Y las piernas inmóviles y la mirada
Amputada de Occidente.

Escribir un poema
No detiene una bala,
No sirve para llorar,
No para una guerra.
Pero duele cada palabra que escribo.

La piedra detenida,
La ruina que guarda el aire exhalado,
El dolor.

La poesía es un grito
En las catacumbas profundas
Robadas a la piedra
Mientras los aviones bombardean
Tenaces, ciegos,
Ruina sobre ruina.

Un grito.
Un grito.
Silencio.

Javier Díaz Gil
17 de diciembre de 2016