miércoles, 13 de diciembre de 2017

Texto de mi presentación "Conjugación secreta" de Aureliano Cañadas". Centro de Arte Moderno (Madrid) 12/12/2017

Presentación de "Conjugación secreta", de Aureliano Cañdaas
(De izq. a dcha.: Pepe Criado, editor; y los poetas José María Herranz,
Aureliano Cañadas y Javier Díaz Gil
Foto: Celia Cañadas)


Ayer martes, 12 de diciembre de 2017, tuve la fortuna de participar en la presentación del nuevo poemario de Aureliano Cañadas, "Conjugación secreta", publicado por la editorial almeriense Letra impar.

El acto tuvo lugar en la librería "Centro de Arte Moderno" de Madrid, en la calle Galileo, 52. En la mesa de presentación, tomó la palabra en primer lugar, Pepe Criado, editor de Letra impar junto con Antonio Carbonell, que habló del proyecto de edición de este libro que hace el número 12 de la colección de Poesía. Letra impar es un proyecto editorial joven y con mucha ilusión.

José María Herranz, poeta, hizo una semblanza sobre la figura de Aureliano Cañadas, sus señas de identidad vitales y líricas y reivindicó su pertenencia por edad y poética a la generación del 50.

Por último, intervine presentando propiamente el libro.

Os dejo con el texto de mi presentación.



Aureliano Cañadas
Conjugación secreta.

Centro de Arte Moderno
c/ Galileo, 52
12 de diciembre de 2017, 20.00 horas



El diccionario de la RAE define conjugar como:

1. tr. Combinar varias cosas entre sí.
2. tr. Gram. Enunciar o utilizar un verbo en sus diferentes formas.
3. tr. desus. Cotejar, comparar una cosa con otra.

Este libro de Aureliano Cañadas responde a estas tres acepciones, porque entre su muchos aciertos, combina sus poemas con los dibujos de Luis Cañadas y de su nieta Adriana.
Enuncia y utiliza el verbo, la palabra, con maestría.
Y como un espejo que nos coloca delante a los lectores -cómo si no alcanzar la emoción-, compara y enfrenta esa lucha de contrarios que pueblan su poética: el pasado y el presente, la alegría frente al dolor, la vida y la muerte, las ausencias y las constantes presencias…

Esta conjugación deja de ser secreta cuando el poeta devela, levanta el velo de lo oculto y nos hace cómplices de sus pensamientos y de sus fantasmas.

Aureliano Cañadas es portador de una biografía larga.

Aureliano Cañadas nació en Almería en 1936. Es Licenciado en Literatura Hispánica por la Universidad Complutense, Diplomado por el Instituto de Idiomas de la Universidad de Granada,  entre otros títulos académicos. Autor de quince poemarios, ha recibido algunos premios, entre ellos el José Luis Gallego, el Marina Romero de la Asociación de Artistas y Escritores Españoles, el X Premio de Poesía del Aula de Encuentros del Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Andrés García Madrid del Ateneo 1º de Mayo de CC.OO., y el María del Villar de la Fundación navarra del mismo nombre. Incluido en varias antologías de ámbito nacional y autonómico, ha colaborado en las más importantes revistas literarias españolas. Figura en el Diccionario de la  Literatura Española de Jesús Bregante editado por Espasa Calpe, y en el Diccionario de Autores de la Cátedra Miguel Delibes de la Universidad de Valladolid. Es corresponsal en Madrid de Ágora y miembro del Instituto de Estudios Almerienses. Ha sido traducido al griego, al portugués y al rumano.

Es difícil añadir en estas palabras previas cosas que no haya dicho con sabiduría el prologuista del libro, el poeta Paco Domene. Invito a los lectores a leerlo con detenimiento.

La labor de un presentador es mostrar caminos por los que el lector debe transitar. La biografía de Aureliano es larga y en sus poemas está presente la terrible guerra fratricida en la que nació, el hambre y la orfandad, sus hermanos Luis y Carmen a quienes dedica el libro y Almería, su ciudad natal, “la ciudad hipócrita, como dijo Valente”,  “aquella ciudad donde nunca llovía”, como la nombra Aureliano.

Están los amigos que siguen en la memoria y le conforman (a los que nombra en “Deberíamos callar lo que vivimos”: “De todos ellos, Michel me queda”…). Están los paisajes que nos traen a la ojos otros paisajes y están los paisajes interiores.

Después de 14 poemarios, Aureliano Cañadas conoce la importancia de la unidad temática en cada libro. El poeta sabe que siempre estamos escribiendo el mismo poema, pero cambian el modo en que se afronta cada poemario. Si en “La isla de la Nada” era la muerte el tema central, en este es la imposibilidad de haber vivido una vida cierta, una vida robada, truncada, lo que de forma transversal sobrevuela en cada página (“Pido limosna de tiempo no vivido”).

Es la mirada desde el presente, un presente de tristeza, pesadumbre, a veces desolación. Un presente encerrado en esa acertadísima metáfora que es el muro de cristal por el que se siente rodeado, que le impide salir afuera, pero que le deja, terrible condena, observar la belleza, la alegría, la que el personaje poético no puede alcanzar.

Esta mirada de Aureliano me trae a la memoria el poema “Reportaje” del maestro José Hierro que comenzaba:

REPORTAJE

Desde esta cárcel podría
verse el mar, …


Hay algo de cárcel en esa celda de cristal pero de la que es posible huir. De todo laberinto se sale por arriba, decía el escritor argentino Leopoldo Marechal.

Y la poesía, lo sabe también Aureliano Cañadas es una forma de salvación, es una salida del laberinto. Y lo es la memoria y los días y los amigos que construyeron su biografía y que están rescatados en estos poemas y lo son los padres, los hermanos, los hijos, los nietos… Adriana, que ilustra este libro de su abuelo. Y la referencia a los clásicos con los que se identifica: Ulises, Telémaco, Teseo, Adriano… (“ese hombre de cabellos grises que ni siquiera tiene una barca donde sollozar…”)… Todas ellas son vías de escape.

Tantas cosas podría seguir destacando de estos 30 poemas, como la trilogía dedicada a los guantes, que le sirven para hablarnos de amor, de pérdida y dolor, de soledad. Tantas cosas nos ofrece el poeta que debe ser el lector quien debe ya descubrirlas.

Es una suerte conocer a Aureliano Cañadas, conocer su poesía certera, su verso blanco medido, la perfecta geometría de sus sílabas que te deja un nudo en la garganta.

Dice Paco Domene en el prólogo y quiero terminar con sus palabras que: “Se puede decir que si los márgenes de la poesía española no estuvieran en manos de canallas, Aureliano Cañadas sería un poeta reconocido y respetado, y quizá un hombre casi feliz”.

Felices, nosotros, sin duda, de poder disfrutar de tu amistad y tu poesía querido Aureliano.

Permítenos, como dices en uno de tus versos, refugiarnos contigo en el misterio.

Gracias.


Javier Díaz Gil

10 de diciembre de 2017

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Añado, por último, alguna imagen más del acto. Las fotos son gentileza de Celia Cañadas, poeta e hija del autor.


Palabras de presentación de José María Herranz

Momento de la lectura de Aureliano Cañadas

Firma de ejemplares en el
Centro de Arte Moderno
Comparto también el vídeo completo de la presentación que ha subido a Youtube la editorial. Aquí podéis verlo:

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