martes, 1 de abril de 2014

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar abril 2014


EL QUINTO ELEMENTO
 
Para Esther Giménez

La extrañeza y la confusión
te mantienen vivo.
La curiosidad ya no sirve.

Descubriste
Que el deseo ya no mueve el mundo.
Que solo lo inesperado tiene
la capacidad absoluta de la sombra.

Los ojos extremadamente atentos, tus oídos gastados.
La temeridad del trueno y del espejo.
La espera necesaria.

Llegarás a la realidad invisible
de las cosas.
Mas detrás de lo invisible está la nada.

Y alcanzarás, perplejo,
la certeza más triste:

la imposibilidad de que existas,

la imposibilidad
de hallar
al fin

el quinto elemento.

© Javier Díaz Gil
21 de septiembre – 31 de marzo de 2013


4 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

No sé, en ocasiones esa certeza, esa nada tras lo invisible, es lo que nos permite seguir.
De nuevo me quedo enganchado en tus versos, aunque probablemente no soy objetivo, sabes que eres una referencia para mí.
Abrazos, siempre

Javier Díaz Gil dijo...

Muchas gracias querido Armando, eres muy generoso. La admiración es mutua y admiro a mi vez tu poesía. Un abrazo, poeta.
Javier

Inuk dijo...

Me gusta el Quinto Elemento, Javier. Vengo al leerlo de vez en cuando. Me deja pensando en lo inesperado y la capacidad absoluta de la sombra.

Suerte que sí existes y nos dejas estos trucos en los bolsillos, un mes de abril cualquiera.

Un abrazo
Victoria

Javier Díaz Gil dijo...

Muchas gracias Victoria. El poeta se hace preguntas. La velocidad, la prisa, la búsqueda, la sorpresa, lo que ya no existe. Lo que hay y no hay más allá de la sombra. Y comparte así sus dudas y sus certezas con el mundo y el lector. Buscando complicidad, quizá buscando no estar solo.

Gracias por leerme.
Un beso grande Victoria.
Javier