ARENANo renuncia la piel
a la caricia.
El pecho sabe
de la profundidad de los dedos,
el firme corazón paciente
de la espera del sueño.
Aprietas en tu mano
el silencio de la arena
que un día fue desierto.
Arena blanca iluminando la noche.
Hay un tren detenido en la estación
que tiene
tus mismos ojos.
Espero impaciente
a que la arena me diluya
en mitad de la noche.
(Cuerpo de arena
acariciando
la profundidad del hueso.)
© Javier Díaz GilNoviembre 2007
1 comentario:
Hola, Javier!
Que bueno que a llegado bien! (perdón por el portuñol, han?)
Fabio me passo tu email.
Gracias a ti por toda atención y espero que possamos nos encontrar de nuevo!
Yo voy a "linkar" su blog en mi blog, pudeo?
Un abrazo,
Julia
ps: puedo tambien publicar en mi blog lo poema de Sara y los caramelos?
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