martes, 17 de julio de 2007

Silvio Rodriguez, la locura necesaria.


Siempre he creído que hay cosas que te hacen sentir vivo. El dolor te hace consciente de tu cuerpo, la tristeza te marca el camino de la alegría o el deseo es el motor de la realidad.

Y hay algo sobre todo esto (o tal vez resumen de todo ello) que es motor de vida: la locura. La locura necesaria que a veces enajena y nos maneja a su antojo, que nos lleva a ciegas por lugares que no seríamos capaces nunca de transitar.

En 1987 Silvio Rodríguez publicó el disco "Oh, melancolía", un disco con orquestación que seguía la línea de "Causas y azares" tras la aventura de guitarra de su "Tríptico" de 1984.
Un disco cargado de melancolía, de delicadeza, de temblor.

En ese disco aparece la canción Locuras. Silvio hace su particular lista de locuras, las defiende y las cree, como yo defiendo, necesarias para vivir.

La locura necesaria para mover el mundo, para crear, para creer.

Dice así la canción:

LOCURAS

Hay locuras para la esperanza,

hay locuras también del dolor.

Y hay locuras de allá,

donde el cuerdo no alcanza,

locuras de otro color.

Hay locuras que son poesía,

hay locuras de un raro lugar.

Hay locuras sin nombre,

sin fecha, sin cura,

que no vale la pena curar.

Hay locuras que son

como brazos de mal:

te sorprenden, te arrastran,

te pierden y ya.

Hay locuras de ley,

pero no de buscar.

Hay locuras que son la locura:

personales locuras de dos.

Hay locuras que imprimen

dulces quemaduras,

locuras de Diosa y de Dios.

Hay locuras que hicieron el día,

hay locuras que están por venir.

Hay locuras tan vivas,

tan sanas, tan puras,

que una de ellas será mi morir.


.............

La locura necesaria para vivir pero también para morir, las locuras tan sanas, tan vivas, tan puras.
Disfrutad de su interpretación (cantada a dúo con Pablo Milanés) pinchando en este vídeo:

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