jueves, 31 de octubre de 2019

Texto de mi presentación de Aureliano Cañadas". C.C. Buenavista (Madrid) 24/10/2019


El pasado 24 de octubre de 2019 tuve el placer de presentar junto con José María Herranz al poeta y maestro Aureliano Cañadas (Almería, 1936) que leyó poemas de sus dos últimos libros publicados: "Laberinto" (Ed. Nazarí, Granada. 2019) y "Conjugación secreta" (José Gabriel Criado Fernández editores, Almería, 2017).

La lectura tuvo lugar en el Teatro del C.C. Buenavista de Madrid. Avenida de los Toreros, 5 dentro del ciclo de "Charlas coloquio Escritor@s del distrito".

Para esta ocasión preparé esta presentación que comparto con vosotros en el blog:



Presentación de Aureliano Cañadas
C.C. Buenavista
Avda. de los Toreros, 5
24 de octubre de 2019, 19.00 horas


Aureliano Cañadas me pidió una presentación breve y pensé en esta frase: “Aureliano Cañadas es un poeta imprescindible”. 

Podría acabar aquí mi presentación porque en la lectura de sus poemas y en sus palabras comprobarán mi afirmación.

Pero no voy a ser tan excesivamente breve y para quien no le conozca es necesario ponerles
en antecedentes de algunas cuestiones.

Aureliano Cañadas nació en 1936 en Almería. Es Licenciado en Literatura Hispánica por la Universidad Complutense, Diplomado por el Instituto de Idiomas de la Universidad de Granada,  entre otros títulos académicos. Autor de dieciséis poemarios publicados, ha recibido algunos premios, entre ellos el José Luis Gallego, el Marina Romero de la Asociación de Artistas y Escritores Españoles, el X Premio de Poesía del Aula de Encuentros del Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Andrés García Madrid del Ateneo 1º de Mayo de CC.OO., y el María del Villar de la Fundación navarra del mismo nombre. Incluido en varias antologías de ámbito nacional y autonómico, ha colaborado en las más importantes revistas literarias españolas. Es corresponsal en Madrid de Ágora y miembro del Instituto de Estudios Almerienses. Ha sido traducido al griego, al portugués y al rumano.

Me anunció Aureliano que en esta tarde quería leernos poemas de sus dos últimos libros, “Laberinto”, publicado en 2019 y “Conjugación secreta”, de 2017, pero me añadió después, con una expresión muy suya: “niño, también quiero leer de “Conjugación secreta” el libro que publiqué con Poeta de Cabra en 2011.

Todo un lujo para la tarde de hoy.

Si tuviera que definir su poesía concisamente, tarea arriesgada, diría que Aureliano Cañadas es un poeta elegíaco a la manera machadiana: “se canta lo que se pierde”. En estos tres libros y en su poesía, en general, hay un constante canto a lo perdido pero unido también ineludiblemente a la esperanza, a la vida, a la necesidad de vivir el instante presente.

Cuerpo celeste es un libro que habla del carácter efímero del amor, del paso del tiempo y lo que va destruyendo y nos conforma. Esta mirada elegíaca está en los poemas de Cuerpo celeste:

LA ALEGRÍA

Bebe de la alegría
que esta noche te traigo:
dará para los dos,

tú que bebiste tanta
tristeza

Un poeta elegíaco que elige la poesía siempre, como salvación. De Cuerpo celeste también:

cuando el dolor descubra tu verdadero nombre,
la soledad te tome de una mano,
                                                   la poesía
ha de guardar la otra entre las suyas.

Un poeta elegíaco que es también un poeta libre:

                               Recrea
la libertad de aquello que soñaste
sin temor, sin vergüenza ninguna,
                                                   (…)
hay que escribir así, tan libremente,
como si nadie hubiera de leerte
                                                  jamás.

La biografía de Aureliano es larga y en sus poemas están presentes la terrible guerra fratricida en la que nació, el hambre y la orfandad, sus hermanos y Almería, su ciudad natal, “la ciudad hipócrita, como dijo Valente”,  “aquella ciudad donde nunca llovía”, como la nombra Aureliano.

Están los amigos que siguen en la memoria y le conforman, están los paisajes que nos traen a los ojos otros paisajes y están los paisajes interiores.

Y está el mito, que visita asiduamente en sus poemas, como  lo hace en su último poemario, “Laberinto”. El poeta regresa a Teseo para ofrecerle una nueva oportunidad, para salvar la vida a Minotauro.

Sólo los grandes poetas son capaces de abordar de nuevo un mito y hacerlo más grande. Aureliano Cañadas posee el conocimiento formal y lírico para afrontar el reto pero también la sabiduría del mundo griego que lo convierte en un poeta heleno, en un trasunto del mismo Homero rememorando el Hades o las sirenas.

Las voces poéticas que maneja con sabiduría en “Laberinto” ya las manejaba en sus anteriores entregas. Quiero recordar especialmente su utilización certera en “La isla de la Nada” en la que el poeta alternaba su mirada con la de la propia Isla de La Nada, trasunto de la muerte.

El tiempo transcurrido, la madurez, hace al poeta más reflexivo. 

La ausencia de libertad, el destino al que nos someten los dioses (de los que descree el poeta), las segundas oportunidades que hubieran cambiado una vida y, por qué no, la propia Historia, la búsqueda de sí mismo o el sacrificio más alto, el del propio amor… son temas que recorren los poemas de Laberinto.

Nos mostrará Aureliano Cañadas a Minotauro no como un monstruo terrible, sino como un ser que sufre, que pide una voz (como la pide el poeta), que pide la muerte para que lo liberen de tanta soledad, del laberinto de su cárcel.

Yo no envidio en el hombre su cabeza…
sino solo su voz y la palabra
con la que los dioses permitieron que ordenara
la belleza del mundo,…

Laberinto es un libro para leer despacio, para dejarse arropar por las ideas que antes citaba y que transitan por la poesía de Aureliano Cañadas: la vejez, el paso del tiempo, la muerte, el placer, o la conminación que nos hace en el poema “Sirenas” a disfrutar el instante: 

Escuchad y gozadlas ahora que os ofrecen
                                              su juventud.

Es el amor junto a la libertad, el tema central de este libro. 
El amor como en Quevedo, sobreviviendo a la muerte.

Así lo expresa en el poema que cierra “Laberinto”:

Debajo de las olas del rencor
y del resentimiento
y sin embargo vivo,
permanece el amor.

y el tiempo nada puede contra su audaz materia.

Dejadme añadir algo más sobre esta lectura de hoy, sobre su libro “Conjugación secreta”. Les diré que entre sus muchos aciertos, combina sus poemas con los dibujos de su hermano, el pintor Luis Cañadas, y de su nieta Adriana.

Una conjugación que deja de ser secreta cuando el poeta devela, levanta el velo de lo oculto y nos hace cómplices de sus pensamientos y de sus fantasmas.

Es la mirada desde el presente, un presente de tristeza, pesadumbre, a veces desolación. Un presente encerrado en esa acertadísima metáfora que es el muro de cristal por el que se siente rodeado, que le impide salir afuera, pero que le deja, terrible condena, observar la belleza, la alegría, la que el personaje poético no puede alcanzar.

Aureliano Cañadas es un poeta imprescindible, os lo decía, y quiero terminar con las palabras del poeta granadino Paco Domene en el prólogo de Conjugación secreta donde afirma:

“Se puede decir que si los márgenes de la poesía española no estuvieran en manos de canallas, Aureliano Cañadas sería un poeta reconocido y respetado, y quizá un hombre casi feliz”.

Felices, nosotros, sin duda, de poder disfrutar de tu amistad y tu poesía querido Aureliano.

Escuchemos ya al poeta, Aureliano Cañadas.
Gracias.

Javier Díaz Gil
15 de octubre de 2019

martes, 1 de octubre de 2019

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar octubre 2019



LAS PALABRAS 

Las palabras nos miran
desde el fondo de los cajones,
mezclado su orgullo
con la ropa interior,
respirando entre los papeles viejos,
tras las fotos desleídas de un falso futuro.

Las palabras nos acusan de abandono.

Cómo van a entender
-me digo-
el temor de falsos dioses,
el amor no correspondido,
la sucia medalla de los héroes.

Cómo explicarles que sí,
que la oscuridad de los muebles cerrados
guarda el misterio de mi tristeza,
que no hay lluvia que derrote esta tierra baldía,
cómo decir -sin palabras-
que tal vez sea abril el mes más dulce.

Os regreso a la oscuridad,
empujo los cajones,
y os pido
-no sé si me complaceréis-
un último deseo.

Guardad memoria
de este instante de luz:

permitidme volver a vuestro lado.

© Javier Díaz Gil
(poema incluido en mi libro "El mapa de tus cicatrices" que se publicará próximamente en la editorial Lastura)