miércoles, 27 de junio de 2018

Texto de mi presentación de "El miedo de los violines", de Enrique López Clavel. "El dinosaurio" (Madrid) 26/06/2018

Enrique López Clavel y Javier Díaz Gil
Ayer martes, 26 de junio de 2018, se presentó en Madrid la última novela de Enrique López Clavel, "El miedo de los violines".


El acto tuvo lugar en el local "El dinosaurio todavía estaba allí" en el barrio de Lavapiés. Junto a Enrique estuvimos acompañándole en la presentación Antonio Ruiz Pascual, Amelia Peco, Agustín Sánchez Antequera (editor) y yo mismo.

Las palabras de presentación se complementaron con interpretaciones en directo.

Para mi presentación leí el prólogo que escribí para la novela, prólogo que me pidió Enrique en su día. He de advertir algo que trasladé en su momento al editor y al propio autor cuando apareció el libro y es que el texto que yo envié y que leí ayer no es exactamente el que aparece en el libro. Se modificó parte de él sin mi conocimiento y sin mi aprobación se publicó como de mi autoría.

Ayer, insisto, leí el texto que yo escribí y que comparto ahora con todos vosotros en mi blog. Desvela claves para abordar la lectura de la novela y aporta conclusiones, como no puede ser de otra la misión de un prologuista.


FÁBULA DEL FOTÓGRAFO CIEGO
Por Javier Díaz Gil

Lector, estás a punto de iniciar la lectura de la nueva novela de Enrique López Clavel. En su dedicatoria hallarás la clave de este libro. Además de a los lectores y a la familia, está dedicada a la memoria del dramaturgo y amigo Eladio Reyes.
Eladio Reyes, nacido en Matanzas, Cuba, falleció el 29 de febrero de 2009 y poseía una virtud, un don especial: era un fotógrafo ciego. Casi como un personaje secundario, en un pasaje de la novela aparece citado Eladio Reyes para desvelarnos el tema central de esta obra, el objetivo que quiere transmitirnos López Clavel: El oído ve, yo me salgo por el oído y me planto detrás del ojo de la cámara, en un santiamén me vuelvo invisible”. Idea reforzada por las palabras de otro fotógrafo ciego a quien el autor también cita, el esloveno Evgen Bavcar: Mi labor es reunir el mundo visible con el invisible. La fotografía me permite pervertir el método de percepción entre las personas que ven y las que no.
El miedo de los violines es la tercera novela del poeta y novelista hispano cubano Enrique López Clavel. Nacido en Santiago de Cuba, López Clavel posee nacionalidad española. Es autor también de ocho libros de poemas y ganador de merecidos premios a un lado y a otro del Atlántico, entre ellos, y en dos ocasiones, el premio Tiflos de poesía.
Enrique López Clavel, como Eladio Reyes, como Evgen Bavcar es ciego. Y su ceguera es una fuente de luz. Comprobarás, lector, cómo López Clavel es capaz de conseguir las mejores y más clarividentes fotografías también.
Esta novela, El miedo de los violines, es la excusa del autor para, mediante la invención de una trama narrativa, reflexionar y hacernos partícipes de una idea sobre la que habremos de pensar y que pone en un momento dado en la voz de un personaje: “… se anda anonadado, febrilmente hipnotizado. La gente no ve nada, si llegara a ver no miraría y si mirara al final no lograría la observación, porque el ojo viste un traje de gala que no siempre usa la inteligencia.
Si en su anterior novela, Templo de las orejas”, la acción transcurría en Cuba, en ésta es España el escenario en el que se mueven los personajes. El buen lector será testigo del sincretismo de las nacionalidades del autor, el mundo cubano (las expresiones, la gastronomía, el mundo de la espiritualidad) y el español (lo urbano, el paisaje, las costumbres) se dan la mano y conviven en esta novela.
Enrique López Clavel va presentando cada personaje. Máximo, el protagonista, un joven de 19 años de ojos azules, estudiante de Sociología, pintor. Juan Pablo, el padre, empresario y aficionado a la fotografía (de nuevo un homenaje velado a Eladio Reyes), Angélica, la madre, funcionaria, dirige una Biblioteca. Begoña, la hermana. Los amigos de Máximo: José María e Ismael
ximo sufre un accidente de moto que le provoca una lesión peculiar: es capaz de leer el pensamiento en los ojos de quien le mira. Este hecho le sirve a Enrique López Clavel para hablarnos del rechazo, el miedo inicial del personaje, los estudios médicos a los que le someten. Mostrarnos la mirada científica sobre, como lo define el autor, su mirada lectora”. Para indagar sobre las posibilidades de negocio que se plantean los personajes, sobre el peligro, el dolor que provoca este don, enfrentar, al fin, la reflexión científica y espiritual del protagonista. A Enrique López Clavel le interesa contrastar ideas: no es lo mismo mirar que ver, ver que procesar imágenes, procesar imágenes que contrastarlas gracias a la inteligencia. Le interesa hacernos notar que no siempre coincide el comportamiento exterior con el pensamiento íntimo.
Un hallazgo de López Clavel es convertir al narrador omnisciente en personaje, Migaronáguila, con el que conversa Máximo. El mundo onírico, irreal a veces, lo fantástico se mezcla con lo real y hace avanzar la novela.
Y otro hallazgo son las citas de autores, como las cuentas de un rosario que van trufando el texto y que sirven como hilo conductor, como puntos para la reflexión, diálogo abierto del novelista con el lector.
Le importa mucho, tal como avancé antes, a Enrique López Clavel el aspecto culturalista, espiritual a veces, filosófico de la novela. Abordando temas como la felicidad y la inteligencia, la libertad, el amor y la muerte, quiénes somos en realidad, adónde vamos. López Clavel recoge en una de las páginas del libro esta cita de Descartes: Vivir sin reflexionar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás. Y el autor la pone en práctica, sin duda, en “El miedo de los violines”.
Y le importa al autor la belleza de la palabra. Buen poeta que ha demostrado en sus poemarios publicados su sabiduría y la capacidad de manejar el torrente que le nace de imágenes surrealistas u oníricas, las comparaciones audaces, los juegos de palabras. Las imágenes poéticas son habituales y quiero destacar el capítulo XV entero como el más lírico. En él encontramos una de las más bellas: “¿Quién dictamina dónde suenan con miedo los violines?
Dieciséis capítulos en total. Un narrador en primera persona abre y cierra el libro. Un narrador omnisciente es el encargado de contarnos la acción desde el capítulo II al XV.
Estimado lector, he de avisarte. De este libro, como de los grandes libros, no se sale indemne. Habrás de tomar partido y decidir, antes de terminar su lectura, lo que Enrique López Clavel, fotógrafo-narrador ciego, nos plantea en “El miedo de los violines”:
La ceguera o el amor, el amor o la muerte.

Javier Díaz Gil

Getafe, Madrid. 10 de diciembre de 2013

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Os dejo con algunas imágenes del acto y una parte del vídeo de mi presentación
(gentileza este último de Ismael Istambul):

Enrique López Clavel y Antonio Ruiz Pascual


Enrique junto a Amelia Peco


En primer plano, Agustín Sánchez Antequera, editor.









Y en este vídeo, unos momentos de mi intervención

viernes, 22 de junio de 2018

26/06/2018: Presentación en "El dinosaurio" de "El miedo de los violines", novela de Enrique López Clavel


Presentación "El miedo de los violines" de Enrique López Clavel

Amigos,

el próximo martes 26 de junio de 2018 se presenta en Madrid la novela "El miedo de los violines" del escritor hispano cubano, Enrique López Clavel.

Os animo a que vengáis.

Intervendremos en el acto, además del autor, los poetas Antonio Ruiz Pascual, Amelia Peco, el editor, Agustín Sánchez Antequera y yo mismo.

Será en "El dinosaurio todavía estaba allí..." en la calle Ave María, 8, Madrid.

Os esperamos.

Enrique López Clavel
Santiago de Cuba, 1963

Enrique López Clavel es de origen cubano, y actualmente reside entre Miami y  Madrid. Se licenció en Filología en 1990 en La Universidad de Oriente, Cuba. Ha sido profesor e investigador de la discapacidad, director creativo de radio y especialista en publicidad y relaciones públicas.
Es autor de 10 obras teatrales y numerosos libros de poesía, entre ellos: Licántropo aterido (1991), Animaduendos (1995), Quemaduras para no perder la paciencia (2001), Departir tiras de piel (2003), Artimañas (disco de poemas y música, 2004), Entre cuatro labios de hombre (2007). También ha escrito dos novelas: Ballet de las pestañas (2008) y Templo de las orejas (2009).

Posee los siguientes premios: Primer Premio de Publicidad en el Festival Nacional de la Radio Cubana (1992), Primer Premio de Poesía en El Concurso Nacional de Literatura de la ANCI en sus ediciones de 1988, 1990, 1995, Accésit Especial en Los Juegos Florales Ateneo Cultural de Santiago de Cuba 1997 y Primer Premio de Poesía Tiflos en España 2008.

La voz de Enrique López Clavel, como otros autores caribeños, es moderna, barroca, exuberante y, como rasgo propio, añadiría que transgresora y vanguardista. Es deudor de la obra de José Lezama Lima, a quien considera uno de sus maestros. .

jueves, 21 de junio de 2018

Texto de mi presentación: Lectura de Raquel Lanseros. Tertulia "Eduardo Alonso". Casa de Castilla La Mancha. Madrid. 19/06/2018

Raquel Lanseros y Javier Díaz Gil
(Foto: Adoración Rosado)

El pasado martes 19 de junio de 2018 la Tertulia "Edfuardo Alonso" que coordinan los poetas Manuel Cortijo y Juan Pedro Carrasco despedía el curso de este año con una invitada de lujo, la poeta Raquel Lanseros.

Tuve la fortuna de presentar a la autora en este acto celebrado en el Salón de Actos de la Casa de Castilla-La Mancha de Madrid.

Fue una tarde magnífica. Previo a la intervención de Raquel, como es tradicional en la Tertulia, hubo un turno inicial de lectura de poemas por parte de algunos contertulios. Se leyeron poemas de una alta calidad por parte de, entre otros, Ana Garrido, Juan José Alcolea, Fernando Fiestas, Francisco Jiménez Carretero...

Juan Pedro Carrasco y Manuel Cortjo introdujeron el acto de la lectura de Raquel Lanseros y me dieron entonces la palabra para presentarla.

Como hago habitualmente, dejo aquí en mi blog el texto de mi presentación para que podáis conocer un poco más a mi admirada poeta.

Juan Pedro Carrasco, Manuel Cortijo, Raquel Lanseros y Javier Díaz Gil.
(Foto: Adoración Rosado)

La poeta Raquel Lanseros en la Tertulia Eduardo Alonso
19 de junio de 2018. 19.30 h.
Casa de Castilla La Mancha. Madrid


Cuando me ofrecieron Manuel Cortijo y Juan Pedro Carrasco presentar hoy a Raquel Lanseros en la Tertulia Eduardo Alonso no lo dudé demasiado. Raquel Lanseros es una poeta esencial que no deja indiferente, su poesía forma parte de nosotros, un lugar íntimo en el que nos reconocemos. Vamos a poder comprobarlo esta tarde con su lectura.

Raquel Lanseros además de poeta es traductora. Nació en 1973 en Jerez de la Frontera (Cádiz). Es Doctora en Didáctica de la Lengua y la LiteraturaMáster en Comunicación Social y Licenciada en Filología inglesa.

Según podemos leer en su página web, es una de las voces más premiadas y reconocidas de la actual poesía en español. Cerca de 200 críticos de más de 100 universidades (Harvard, Oxford, Columbia o Princeton, entre ellas) la eligieron como la poeta más relevante en lengua española nacida después de 1970.

Empezó a publicar después de los 30 años. Publicar con esa edad denota conciencia de querer ofrecer al lector una poesía madura. Es autora de los libros de poemas Leyendas del promontorio (2005)Diario de un destello (2006), Los ojos de la niebla (2008), Croniria (2009) y Las pequeñas espinas son pequeñas, (2013). Se han publicado traducciones de su obra en Estados Unidos, en Francia y en Italia.
Además, ha publicado en España las antologías personales La acacia rojaUn sueño dentro de un sueño y A las órdenes del viento. Su obra ha sido reunida en su totalidad en el volumen Esta momentánea eternidad.
Entre los premios recibidos destacan el Premio Unicaja de Poesía, el Premio Antonio Machado en Baeza, el Premio del Tren o el Premio Jaén de Poesía, así como un accésit del Premio Adonáis.
De su trabajo como traductora son buena muestra las traducciones de Edgar Allan Poe, Lewis Carroll, o Louis Aragon.
También ha publicado obra crítica, como Poesía soy yo, una antología de poetas del siglo XX en español, editada y prologada junto a Ana Merino.
Ha sido incluida en innumerables antologías y publicaciones literarias de todo el mundo. Participa en talleres de creación poética, cursos, festivales y encuentros literarios, a la vez que colabora con prestigiosas revistas literarias y culturales internacionales.
Forma parte permanente del proyecto literario-teatral Hijos de Mary Shelley, que reúne a poetas, novelistas, dramaturgos y músicos. Es la traductora oficial al español para el proyecto europeo Pop Science, auspiciado por la Universidad de Ginebra, el CERN y la Academia Mundial de la Poesía, del que fue seleccionada representante española.

Como veis, Raquel Lanseros no para. Si consultamos su agenda podemos encontrarla un día en una ciudad, mañana en otra, pasado en un Festival de poesía en Europa, al otro en América… Como apunté al principio, Raquel Lanseros es un referente en la poesía española y tenerla hoy con nosotros, un claro privilegio.

Hace apenas cuatro años, compartimos encuentro con Raquel Lanseros en la Tertulia Rascamán que coordino. Tuvimos entonces la oportunidad de hablar y de conocerla más.

Para ella, la poesía es un lugar de encuentro. Raquel afirma que la poesía “es una manera, si no de entender el mundo, desde luego de ser más feliz dentro de él, de ahondar, de sentirte parte”. En la poesía vuelca Raquel su experiencia y la de los que le rodean. Mujer comprometida con los más desfavorecidos, con el dolor. Así, leemos en su último poemario "Las pequeñas espinas son pequeñas" los versos que dan título al libro y que pertenecen a un poema que está dedicado a su abuelo y que se titula: "Compatriota de los robles".

"...Duele el dolor, decías, pero si uno es valiente
las pequeñas espinas son pequeñas."

Raquel Lanseros empezó a publicar a los 30 años y su madurez en la escritura se ve en sus poetas de cabecera, los que empezaron a influir en ella: Góngora, Quevedo, Machado, Neruda…

Ella dice que para el poeta la Poesía no es sólo un compartimento estanco sino que tiñe todos los demás compartimentos de la vida. Nos cuenta que sus padres poéticos son murcianos: Eloy Sánchez Rosillo, Juan Vicente Piqueras... Para ella Claudio Rodríguez o Ángel González son referencias.

En su primer libro, Leyendas del promontorio, 2005, destaca ya aspectos de la poesía de Raquel: la imaginación y la reflexión en los que ahondará en los libros sucesivos. Leemos en su poema Keep alive

No es una empresa fácil prepararse
para la dura gesta
            contra el paso del tiempo.

Diario de un destello, su siguiente libro, fue accésit del premio Adonais en 2005 y se publicó en 2006. Ella recuerda que en el jurado estaban Antonio Colinas y Diego Jesús Jiménez a quienes admira. Raquel Lanseros tiene antepasados de León como también es el poeta Antonio Colinas y nos contó que ella alguna vez ha hablado con Antonio Colinas de que sus abuelos respectivos eran de un pueblo de Zamora, tratantes de ganado y que seguro se conocieron y que alguna vez cerrarían un negocio dándose la mano.

Pasados más de diez años, sigue reconociéndose en estos poemas. Este libro está dedicado a sus abuelos. El recuerdo de sus mayores es un tema recurrente en su poesía. Este libro es un viaje por la memoria y el amor/desamor y un reconocimiento de la condición luchadora. “Reconozcamos siempre quiénes son las víctimas y quienes los verdugos”. “Que no nos arrebaten nunca la memoria”, afirma Raquel.

Espero que escuchemos hoy Invocación, uno de sus poemas más conocidos. Está escrito en subjuntivo que es el tiempo verbal de la imaginación. Defensora de la imaginación: el mundo cambia gracias a ella, nos confiesa Raquel:

Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.


Su siguiente libro es Los ojos de la niebla, 2008. Fue XXII premio Unicaja de Poesía y está publicado por Visor. Es un inventario de personajes anónimos, libro escrito de forma completa bajo una misma idea poema a poema. Seres anónimos salvo el último, el hermoso poema Beatriz Orieta, dedicado a las maestras rurales. De nuevo aparece la imposibilidad del amor y:

Pasa el invierno lento como pasa un poema


- Cuando nos visitó en la Tertulia Rascamán y hablábamos de su siguiente libro: Croniria, 2009, Premio Antonio Machado en Baeza y publicado por Hiperión, recordaba a Bécquer. Uno de los poemas del libro es "Bécquer y el rock and roll". Nos contaba Raquel que su padre tenía la colección Crisol de la editorial Aguilar en la que estaba incluida las "Rimas" de Bécquer y que fue uno de sus libros casi de cabecera.
¿Cómo, una niña de 11-12 años, se acerca a la Poesía?, le preguntaba yo. Su abuelo era un enamorado del teatro clásico, que era esencialmente poesía. Su abuelo trabajaba en el teatro de apuntador y se sabía textos de memoria y le recitaba, mientras pescaban, el soliloquio de Segismundo, el Alcalde de Zalamea...

La palabra croniria  que da título al libro es una palabra inventada por Raquel. Es la reunión de los términos Cronos, tiempo, y Oniria, sueños.
Vendría a significar algo así como el tiempo de los sueños, nos dice, abordado desde formas distintas. El poema que abre el libro, A las órdenes del tiempo lleva esta dedicatoria: “Para todos los que sienten que no están al mando”

Me habría gustado amarte. Te lo juro.
Solo que muchas veces la voluntad no basta.


Un tema que ya aparecía en el poema de Beatriz Orieta, de su libro anterior.

Croniria es un libro de imaginación, de indagación. Temas que aparecían en su primer libro ya. Como el poema 2059, en el que trata el poema de la muerte, de su propia desaparición y pone en esa fecha lejana su fin. O  el poema Declaramor de ación, juego de palabras que nos recuerda a Cortazar.

Pero hay también referencias a sus poetas de cabecera: Claudio Rodríguez, Benedetti o Machado. Imprescindible escuchar su hermoso poema 22 de febrero, dedicado a Machado. El 22 de febrero de 1939 murió Machado.

La poesía es azul
                         aunque a veces la vistan de luto.


Su último libro Las pequeñas espinas son pequeñas, publicado por Hiperión en 2013 recibió el XXIX premio Jaén de poesía.

La nostalgia, el amor, el compromiso continúan siendo temas transversales de su poética. Las referencias literarias de Raquel Lanseros vuelven a aparecer también en este libro. Quiero citar el poema Al calor de un ángel, que empieza con estos versos:

Tengo los mismos años que vivió García Lorca
 trece menos que Rilke
   dos más que Pizarnik
     tres menos que Pavese.
Un año más que Whitman cantándose a sí mismo...

Raquel Lanseros escribe con certezas, sentencias, casi aforismos.

La labor de un presentador es ofrecer las pistas necesarias para saberse cómplices de quien presenta. Ser cómplice de Raquel Lanseros es sencillo, su poesía, lo avisé, forma parte de nosotros.

Quiero terminar mi presentación parafraseando un poema de Raquel Lanseros: “Contigo”, (una de sus palabras favoritas, como ella afirma a menudo). Porque sé que así quedará esta tarde en la memoria de todos:

Guardaremos en nuestro costado tus palabras…

cuando la eternidad tome nuestra medida,
cuando la eternidad se pronuncie contigo.

Escuchemos a nuestra poeta invitada: Raquel Lanseros.

Javier Díaz Gil
19 de junio de 2018