jueves, 22 de enero de 2009

Aforismo: el paraíso



Aforismos: El paraíso


Sólo quien fue expulsado, sabe del Paraíso.



© Javier Díaz Gil

22 de enero de 2009

jueves, 15 de enero de 2009

"Segunda cita": Noticia del nuevo disco de Silvio Rodríguez

Segunda cita. El nuevo disco que publicará Silvio Rodríguez


Leo en la página web http://www.cubadebate.cu/ un artículo del periodista español y crítico musical Carlos Tena sobre el próximo disco de Silvio Rodríguez que se llamará "Segunda cita", en alusión (y continuando con aquella temática) al disco "Cita con Ángeles". Esta noticia ya me tiene expectante, deseando escuchar las nuevas canciones.
Mientras llega el disco tenemos la oportunidad de leer algunas de las letras de siete de las canciones en el artículo de Tena.
Reproduzco aquí el contenido del mismo para que vayamos abriendo boca.
Estamos de enhorabuena.
................
Aprendiz Silvio
Carlos Tena
2009-01-09
Adelanto del nuevo disco de Silvio Rodríguez

Cuando el orbe tiembla de tanta hipocresía y tanta muerte, cuando el mundo civilizado mira hacia el ombligo ante miles de crímenes de los que son víctimas niños, mujeres, ancianos, aquí, allá, en Irak o Gaza, en el Congo o en Colombia, en México y medio continente más; cuando los cantautores se pierden en romances de final incierto; cuando miles de intelectuales asentados en el pesebre del neoliberalismo se niegan a aceptar un mundo sin imperios; cuando esos cerebros acomodados sustituyen a las Musas por cuentas bancarias; cuando los Bancos ordenan a los medios que eleven la mediocridad a la categoría de diosa; cuando las Naciones Desunidas juegan al escondite; cuando el consuelo de los mediocres surge ante la aparición del rostro de Obama; cuando ya nada se espera, personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia (gracias Gabriel); cuando lo superfluo parece necesario y lo más urgente parece imposible; entonces, saltan las voces de quienes se niegan al nuevo holocausto. Son pocas, pero no tienen amarras ni cadenas, libres como sus canciones, como sus palabras, que muchos quieren acallar de tanto eco como crean.

En estos momentos, ese más que imprescindible trovador, poeta y músico que es Silvio Rodríguez, nos regala una carta que anuncia su mensaje para el 2009, repleto de versos con ojos iluminados por una luz que ya creíamos mortecina. Aquí tenéis el mensaje de Silvio. Por mi parte no sabría cómo responder ante este nuevo regalo. Tal vez decirle: Feliz Re-Evolución, hermano. Con todo cariño, Carlos Tena.

"Hoy tuve que parar el trabajo. De nuevo hay líos con un micrófono y hasta enero no llegan los recambios (que antes de aterrizar en mi país y dar algunas vueltas de despiste). Pero no crean que estoy alicaído. He trabajado mucho últimamente. Al fin estoy grabando un disco con base de trío acústico, casi cuarteto, porque por ahí también cuelo alguna guitarrita. Al piano está Roberto Carcasés, al contrabajo Feliciano Arango y en la batería Oliver Valdés. Ocasionalmente aparecen algunos otros músicos jóvenes, invariablemente graduados o por graduar en las Escuelas de Arte. Graba la ingeniera Olimpia Calderón. Juan Mario y Enzo a mano, para lo necesario. La escuadra de Ojalá garantizando la retaguardia, como siempre.
Hay un tema que parece un cuento de Pushkin, dedicado a García Márquez. Él una vez me regaló un argumento parecido para una canción. Era sobre una novia abandonada. Nunca lo usé y años después lo vi infiltrado en una de sus novelas. La canción se llama San Petersburgo y tiene un bello contrapunto de clarinete que escribió Roberto para Niurka. Esta es una canción bastante rusa, pero en el resto del disco se asoma un poquito de rock, además de baladas, sones y danzones. Demasiado es un bolero que le dedico a César Portillo de la Luz, gran autor de todos los tiempos, a quien Odilio Urfé llamaba "el filósofo del bolero". Hay un hermoso texto de Víctor Heredia que pude musicarle, llamado Lo cierto. Hay una Carta a Violeta Parra en la que le cuento algunas impresiones y les beso a sus hijos, que han sido mis amigos.
Casi todas las canciones fueron compuestas entre el año pasado y este 2008 que se está yendo. El trabajo creo que se llamará Segunda cita, que también es una canción, en este caso sobre el ángel postizo que a veces llevamos dentro.
Aquí les van algunas letras, a modo de anticipo.

Felices fiestas y, como dice un amigo parisino, que en todo les vaya antambalé.

Siempre queriéndoles, aprendiz Silvio Rodríguez"

SEA SEÑORA

Sea señora la que fue doncella.
Hágase libre lo que fue deber.
Profundícese el surco de la huella;
reverdézcanse sol, luna y estrellas
en esta tierra que me vio nacer.

A desencanto, opóngase deseo.
Superen la erre de revolución.
Restauren lo decrépito que veo,
pero déjenme el brazo de Maceo
y, para conducirlo, su razón.

Seguimos aspirantes de lo mismo
que todo niño quiere atesorar:
una mano apretada en el abismo,
la vida como único extremismo
y una pequeña luz para soñar.

Las fronteras son ansias sin coraje.
Quiero que conste de una vez aquí.
Cuando las alas se vuelven herrajes,
es hora de volver a hacer el viaje
a la semilla de José Martí.

EL GIGANTE

Un gigante,
cuando era infante,
lanzaba pedos
que daban miedo.
Y aquel bellaco
a un gran saco
fue traspuesto,
por molesto.

El gigante,
porque era infante,
gritó tan duro
que hasta el futuro
llegó su queja,
cierta y vieja
como un viento
descontento.

No se sabe si al fin la grey
supo tratar gigantes
poco elegantes,
pero de ley.

Dale a tu niño besos,
pues para eso
nos llora el rey.

SAN PETERSBURGO
A Gabriel García Márquez

Sobre algún puente del delta del Neva,
la noche blanca cautiva y revela
cada suspiro de Elena.

Canta una troika con voz de abedules
y el as de espadas se bate entre nubes
para sus ojos azules.

San Petersburgo
juega al absurdo
con falsa claridad.
Y a quien no duerme
se le disuelve
la frágil realidad.

Sobre algún puente Elena soñaba,
y en el oscuro temblor de las aguas
una cigüeña volaba.

¿Qué hacen las aves
cuando no saben
la dirección del sur?
Buscando estío
surcan el frío
en alas del albur.

Sobre algún puente bordado de historias,
abandonada, lloraba la novia
su blanca noche sin gloria.

DEMASIADO

Demasiado tiempo,
demasiada sed
para conformarnos
con un breve sorbo
la única vez.
Demasiada sombra,
demasiado sol
para encadenarnos
a una sola forma
y una sola voz.

Demasiadas bocas,
demasiada piel
para enamorarnos
de un mal gigantesco
y un ínfimo bien.
Demasiado espacio,
demasiado azul
para que lo inmenso
quepa en un destello
solo de la luz.

Demasiado polvo,
demasiada sal
para que la vida
no busque consuelo
en el más allá.
Demasiado nunca,
demasiado no
para tantas almas,
para tantos sueños,
para tanto amor.

TONADA DEL ALBEDRÍO

Dijo Guevara el hermoso,
viendo al África llorar:
que en el imperio mañoso
nunca se debe confiar.

Y dijo el Che legendario,
como sembrando una flor:
que al buen revolucionario
sólo lo mueve el amor.

Dijo Guevara el humano
que ningún intelectual
debe ser asalariado
del pensamiento oficial.

Debe dar tristeza y frío
ser un hombre artificial,
cabeza sin albedrío,
corazón condicional.

Mínimamente soy mío,
ay, pedacito mortal.

SEGUNDA CITA

Quisiera enmendar los comienzos
de todas las brumas.
Quisiera empezar cada lienzo
con mejor fortuna.

Quisiera pegarme unas alas
y en una cornisa
soplar una dulce balada
que esparza la brisa.

Quisiera viajar al pasado
de cierta muchacha
que andaba de noche El Vedado,
liviana y borracha.

Quisiera posarme en su vida
para convencerla,
para que con menos heridas
hoy pudiera verla.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

Quisiera ir al punto naciente
de aquella ofensiva
que hundió con un cuño impotente
tanta iniciativa.

Quisiera ir allí con las cruces
del tiempo perdido
y hacer un camino de luces,
sin odio ni olvido.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

Quisiera dar vuelta a la rueda
que para en lo mismo:
un simple mortal que se juega
abismo y abismo.

Y, antes de darle al perchero
mis alas de atrezo,
quisiera dejar como fuero
certeza y progreso.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

TROVADOR ANTIGUO

Sin brillantes conclusiones
ni versículos de fuego
sin palabras que hagan juego
con grandes decoraciones;
sin humos o presunciones,
más bien con talante exiguo
me declaro trovador antiguo.

Soy de donde los patriotas
daban nombres a las calles.
Soy de un río, soy de un valle
y de una familia rota.
soy de un pueblo en bancarrota,
de un San Antonio fiestero
donde hoy sólo el viento sopla entero.

El nuevo trovador antiguo
se acerca a la procesión.
Le dice adiós al mundo ambiguo
y pone pie en el caracol.
Escena sucedida tanto,
anónimo el compositor.
El horizonte es el espanto;
la miniatura, el amor.

También nací en Centrohabana,
rumba de supervivencia,
son de perdida inocencia
en clamor de pena urbana;
venerable afrocubana
de existencia fabulosa,
hembra sobrenatural y diosa.

Recorriendo sus esquinas
vuelvo a sentir la fragancia
de una calle de mi infancia
barrial y capitalina:
San Miguel, ángel en ruinas
de inmaculada bandera,
luz vitral de mi canción primera.

El nuevo trovador antiguo
se alinea con la procesión.
Le dice adiós al mundo ambiguo
y pone pie en el caracol.
Escena sucedida tanto,
anónimo el compositor.
El horizonte es el espanto;
la miniatura, el amor.

Ahora soy de la memoria,
ahora pertenezco al viento;
otro dirá en su momento
si fui más pena que gloria.
Lo que fue nuevo es historia
y lo que nace alza vuelo
con el sueño de tocar el cielo.

Partero fui de un futuro
escurridizo, inasible,
seguramente posible
si no le ponemos muros.
El amor es el más puro
néctar contra la tristeza.
Bienvenida su naturaleza.

El nuevo trovador antiguo
se alinea con la procesión.
Le dice adiós al mundo ambiguo
y pone pie en el caracol.
Escena sucedida tanto,
anónimo el compositor.
El horizonte es el espanto;
la miniatura, el amor.

viernes, 9 de enero de 2009

Juan Gelman. Poeta, exilio y búsqueda.

Juan Gelman, poeta. Premio Cervantes 2007


Juan Gelman no necesita que elogiemos sus poemas. La lectura de ellos es suficiente para darnos cuentas de lo grande que es.

Poesía sencilla, busca la expresión popular para hablarnos del corazón y del dolor, de la desaparición y la tortura, del reencuentro y la lucha política.

Gelman dice en su poética que entre tantos oficios ejerce éste (de poeta) que no es suyo, obligado a escribir día y noche.
Escribe, digo yo ahora, porque no tiene más remedio. Porque el poema duele y nace y hay que volcarlo al papel.

En palabras de Gelman: " ...la poesía llega cuando menos lo esperás y es un torrente. Cuando viene tenés que ponerte a escribir, de un tirón, porque si no te poemás encima".

Sólo con el humor es posible también sobrevivir a tanto dolor. La desaparición y muerte de su hijo. La desaparición de su nuera embarazada. La recuperación de su nieta, muchos años después... El exilio.

De la web del Ministerio de Cultura de España recojo la reseña biográfica que aparecía en la noticia de la concesión del Premio Cervantes 2007:

Nació en Buenos Aires en 1930.
Inició una carrera universitaria, pero pronto la abandonó para dedicarse al periodismo, la política y la poesía. Gelman comenzó a publicar en la década de los 50: sus dos primeros libros fueron Violín y otras cuestiones (1956), con prólogo de Raúl González Muñón, un poeta en el que Gelman se reconoce por su afinidad con lo popular, y El juego en el que andamos (1959), ambos impresos en Buenos Aires, como toda su producción hasta 1971. Con las obras de la década siguiente -Velorio del solo (1961) y Gotán (1962)- comienza a darse a conocer en todo el continente iberoamericano.
Progresivamente, la actividad poética de Gelman se convirtió en la otra vertiente de su posición ideológica de izquierda; junto con Eduardo Galeano, de ideología afín, formó parte de la redacción de la revista Crítica (1968-1975) que el uruguayo había fundado en Buenos Aires. El deterioro de la situación política argentina hizo cada vez más difícil para el poeta trabajar, escribir y publicar en su país. Se produjo una pausa editorial entre 1971, año en que aparece en Buenos Aires Cólera buey, recopilación de toda su poesía hasta 1968, y 1980, en que vuelve a publicar en el exilio.
Amenazado de muerte, con su hijo y su nuera embarazada desaparecidos, tuvo que huir de Argentina en 1975. Después de un tiempo en Roma y París, Gelman pasó a Nueva York y luego a México, donde reside en la actualidad. Los libros publicados en este periodo de exilio, Hechos y relaciones, Si dulcemente y otros, reflejan el doloroso clima de derrota y pérdida que sufrió el autor. La recopilación Obra Poética (1956-1973) permite tener una visión de conjunto de su obra escrita en Argentina, que puede complementarse con De Palabra. Poesía (1971-1978). Tras este volumen, Gelman ha publicado con regularidad, desde México o Buenos Aires, nuevos volúmenes de poesía, entre ellos sus series Interrupciones. Un aspecto curioso de la obra de Juan Gelman es la presentación de parte de su propia poesía como traducción, atribuyéndola a poetas apócrifos, como sus Traducciones III: los poemas de Sydney West (1969).


Premios obtenidos
Premio Nacional de Poesía de Argentina, 1997
Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe “Juan Rulfo”, 2000
Premio Iberoamericano de Poesía “Ramón López Velarde”, 2004
Diploma al Mérito 2004, Fundación Konex
Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, 2005
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, 2005
Premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila, 2005

Para saber más os recomiendo la visita de la página http://www.elortiba.org/gelman2.html
Biografía, entrevistas, poemas. Merece la pena leer más cosas sobre el poeta.
O la recopilación de información más amplia que recoge Wikipedia.

Aquí os dejo alguno de los poemas de Juan Gelman que he elegido para publicar en esta enterada.
Confío en que os gusten y os despierte la curiosidad de seguir leyéndolo.


MI BUENOS AIRES QUERIDO


Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.


ARTE POÉTICA

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,

como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.

(Velorio del solo)


PRESENCIA DEL OTOÑO

Debí decir te amo.
Pero estaba el otoño haciendo señas,
clavándome sus puertas en el alma. Amada, tú, recíbelo.
Vete por él, transporta tu dulzura
por su dulzura madre.
Vete por él, por él, otoño duro,
otoño suave en quien reclino mi aire. Vete por él, amada.
No soy yo él que te ama este minuto.
Es él en mí, su invento.
Un lento asesinato de ternura.


SEFINÍ

basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar

jueves, 1 de enero de 2009

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar enero 2009



ROSTRO NACIENDO DE LA LLUVIA

El vientre de la noche ha parido una estrella
que gira
nerviosa
en tu frente.
Una estrella diminuta que nadie puede ver.

Imagino cómo será tu rostro naciendo de la lluvia.
Está pasando el tiempo.

(Hay un espejo ante ti
que guarda
el dolor de tus pupilas).



© Javier Díaz Gil

1 de enero de 2009