lunes, 5 de febrero de 2007

Pablo Neruda (1904-1973)

Le debo a Pablo Neruda el que yo sea poeta. La lectura de "Los versos del Capitán" fue determinante en el adolescente de quince años que yo era. No podía faltar Neruda entre mis poetas.

Cuando Neruda conoció a Matilde Urrutia, estaba casado con Delia del Carril. Matilde fue, sin duda, el amor de su vida. Ocho años vivió su amor clandestino con Matilde. A ella le escribió los "versos del capitán" que publicó originalmente sin firma para no desvelar su autoría y no desvelar tampoco su nuevo amor.

Dicen las crónicas sobre este episodio de su vida y este libro:

“Años más tarde, cuando la fama le crecía por las sienes, se enamoró de la chillaneja (natural de Chillán, población chilena) Matilde Urrutia, mientras, estaba casado con la pintora Delia del Carril. Entonces ideó escribir un libro secreto, que llevara título, pero no autor. Un libro apócrifo que recorriera el mundo con sus cantos. Así nacieron Los versos del capitán, libro impreso en España con la firma de Pablo Neruda, y que se mantuvo en el anonimato por mucho tiempo. (...) Dice Neruda: ‘Y ahora voy a contarles la historia de este libro, entre los míos uno de los más controversiados. Fue por mucho tiempo un secreto, por mucho tiempo no llevó mi nombre en la tapa, como si yo renegara de él o el propio libro no supiera quien era su padre. Tal como hay hijos naturales, hijos del amor natural, Los versos del capitán eran así, un libro natural’”. Muñoz Lagos, Marino. “Un libro con historia”, El Magallanes, jun. 7, 1998, p. 3.

Neruda yace junto a Matilde en una tumba junto al mar en su casa de Isla Negra. En su casa, en el lugar en que reposan el poeta y su amada contemplé el mar el pasado octubre, las olas del Pacífico, el mar de Neruda. El mar del Capitán.

Qué mejor ejemplo de lo expuesto que dejar aquí dos poemas de su libro para compartirlos con todos.

El maravilloso "Tus pies" y "En ti la tierra"


Leedlos y disfrutad de ellos.



TUS PIES


Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.
Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.

Yo sé que te sostienen,
y que tu dulce peso
sobre ellos se levanta.

Tu cintura y tus pechos,
la duplicada púrpura de tus pezones,
la caja de tus ojos que recién han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mía.

Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron

sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.


.....................


EN TI LA TIERRA


Pequeña
rosa,
rosa pequeña,
a veces,
diminuta y desnuda,
parece
que en una mano mía
cabes,
que así voy a cerrarte
y llevarte a mi boca,
pero
de pronto
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios, has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada
línea de luna nueva que tiene tu cintura:
en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.


...........



Este último poema además, lo podéis escuchar en la propia voz de Neruda pinchando en este enlace:


http://www.memoriachilena.cl/archivos2/audio/MC0033668.mp3


Un abrazo


Javier

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