El chef Roberto Capone, Adriana Serlik y Javier Díaz Gil |
Tal como os dije en una entrada anterior el jueves 22 de enero de 2015 tuve la suerte de presentar en la librería Centro de Arte Moderno, de Madrid, "Frágil", el último poemario de la poeta hispano argentina Adriana Serlik. Participaron junto a mí, el chef Roberto Capone, que realizó una serie de platos inspirados en los textos, y la lectura, por supuesto, que realizó Adriana Serlik, la autora.
Quiero compartir en esta entrada el texto de mi presentación.
Además os dejo el vídeo de Youtube con la presentación completa del acto y la lectura de los poemas que hizo Adriana Serlik.
Confío en que disfrutareis viéndolo y espero que también mi texto os invite a buscar el libro y a conocer un poco más la obra de Adriana Serlik.
Centro de Arte
Moderno - Librería del Centro c/Galileo
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Jueves, 22 de
enero de 2015. 20.00 horas
Presentación “Frágil”. Adriana Serlik
Buenas noches.
Antes que nada, quiero agradecer
a Adriana Serlik el poder presentar este libro y agradecérselo especialmente a
mi amigo, el poeta Jesús Jiménez Reinaldo, que por razones de salud no puede
acompañarnos en esta mesa hoy, que pensara en mí para las palabras previas de
este acto.
Hoy se presenta en Madrid el
décimo cuarto libro que se publica (sumando los de poesía y los de relatos) de
Adriana Serlik, poeta nacida en Argentina en 1945 en la ciudad de Avellaneda, y
que muy bien podríamos definir como ciudadana del mundo. Poeta, escritora de
relatos y novelista, estudió Música desde los 4 años, obteniendo a los 12 el
título de Profesora elemental en el Conservatorio Santa Cecilia de Buenos
Aires. Cursó Magisterio, Biblioteconomía, realizó la producción de programas de
radio… Todo eso y alguna que otra cosa más, antes de marchar de Argentina.
En 1968, con 23 años, ya había publicado
su primer poemario, “Improntus 6”. Y con 28 años, un 3 de noviembre de 1973,
tal como se dice en el colofón de este libro, tomará un barco en Buenos Aires
rumbo a Europa. 41 años después, exactamente, se termina de imprimir “Frágil”.
Ha publicado en numerosas
antologías, y participa y coordina innumerables exposiciones artísticas. Desde
2001 organiza y publica las obras premiadas en el Certamen Internacional “La
lectora impaciente” que cubre las modalidades de Poesía, relato breve y
fotografía digital.
Dueña de una vida intensísima, no
me resisto a leeros el poema XXX de “Frágil”, este libro que hoy presentamos en
el que Adriana Serlik resume su biografía, comenzando con este primer verso revelador
que dice “Fui. Soy”
XXX
Fui, soy
nieta de cuatro personas
que dejaron su mundo,
huyendo de los pogroms y la guerra,
para subir a un barco atestado
entre los finales del 1800 y comienzo del 900.
Jóvenes,
quizá demasiado jóvenes,
pudieron sobrevivir
en una sociedad
que, a pesar de las diferencias,
los aceptó y
crearon su familia.
Fui, soy
una mujer
que subió a un barco
en 1973
y luché
por sobrevivir,
en Roma, Florencia, Sacrofano, Londres,
Madrid,
Asunción del Paraguay, Rascafría,
Simat de la Valldigna y ahora Gandía.
Estuve al borde de la muerte
y desaparecida en Asunción
salí, por casualidad, viva.
Me dijeron que solo tendría tres años
por un linfoma,
hasta 2008,
pero sigo aquí.
A veces,
solo algunas veces,
la incomprensión
y la injusticia
me detienen
y me invade
la tristeza,
ahora más sentida,
porque los años
no pasan
en vano.
En este poema la autora
nos muestra quién es, pero también es un poema clave porque encierra los temas
que Adriana Serlik desarrolla a lo largo de los 42 poemas que conforman “Frágil”:
·
El compromiso
·
La lucha
·
El paso del tiempo que todo lo relativiza: la
intensidad del amor, el más hondo dolor…
·
La palabra como salvación
·
La tristeza también y la alegría como respuesta:
“porque sé que la vida hay que vivirla intensamente”
·
Y por último: la memoria, como refugio.
Y así, poema a poema, unas veces
utilizando un formato más largo para los poemas narrativos, otras, el poema
breve para invocar la imagen y la emoción, nos lleva Adriana Serlik por estos
caminos hasta el poema final, el que da nombre al libro. Este libro que
transita entre el “fui” y el “soy” y que nos muestra a la poeta, al ser humano:
XLII
(…)
La fuerte
la que ha necesitado
ser fuerte,
la que ha luchado
por ser fuerte,
la que no ha tenido
más remedio
que ser fuerte,
ahora
vive
la fragilidad
de estos instantes
y se esconde
en unas cuantas
palabras
enlazadas.
La palabra como
salvación, como tabla de náufrago.
Dice Alfons Cervera, narrador
nacido en Valencia en 1947, autor del prólogo de este poemario, palabras
certeras con las que no podemos sino estar de acuerdo los que hemos leído este
libro: “En todos los renglones, vida, necesidad de no claudicar delante ni
debajo de ninguno de los del poder, seguridad en aquella infancia tan lejana…”
La palabra también como
lucha, como llama de rebelión viva.
El poema XII es ejemplo
de denuncia: “En un suspiro se ha destruido mucho de lo que construimos con
tanto esfuerzo”. Una llamada a la conciencia. La poeta ha luchado toda su vida
y sabe del esfuerzo.
Por eso hay entre los
poemas atisbos de decepción cuando comprueba que “lo que era un cántico, un
himno cambió de rumbo y se hizo salmo y todos lo olvidaron”.
Y frente a la palabra
sencilla, directa está la imagen lírica diestramente manejada reclamando
conciencia:
XVI
Sobre el infinito
solo una nube
con bordes rosas
nos avisa
que nada
es totalmente
puro.
Acercarse a la poesía
de Adriana Serlik, ella lo sabe, es hacerse cómplice de sus palabras. Acercarse
a la poesía de Adriana Serlik es tomar partido. Tomar partido por la vida, por
la lucha, por la solidaridad. Por la fortaleza que nace de la fragilidad, de la
energía interior que te obliga a levantarte una vez y otra a a pesar del dolor,
a pesar de la muerte.
La muerte que aparece
en estos poemas apenas en un par de ocasiones, con el recuerdo de su marido, y
que pasa de puntillas por el libro. La enfermedad, la decepción también están
en ellos... Hay luces y sombras, sí, pero en los poemas de Adriana Serlik vence
la luz.
Nos llama la atención
en el libro el empleo de la lágrima,
palabra que se repite en muchos de los poemas. Quizá la repuesta está en el
poema VII
VIII
Frecuentemente
he tocado
el alma con tu risa
pero la lágrima
aunque oculta,
supo
de sus múltiples
existencias.
Esta es la lágrima de
Adriana Serlik, la lágrima que antes y con mayor intensidad que con la risa, conoce
mejor el alma.
En una presentación, el
presentador debe dejar pìstas, señalar el camino para que el caminante, el
lector sepa adentrarse en las palabras. Podría estar citando poemas, pero es
Adriana Serlik, con su voz cadenciosa quien nos llevará de la mano en este
libro-vida que es “Frágil”.
Descubriremos a una
poeta que habla der fui y del soy y que quiere dejar huella en nosotros, dice
en el poema XVII:
Creo
que quienes me quieren hoy
tal vez recordarán
una mujer algo enloquecida,
muy sensible,
que alguna vez escribía poemas
y quería mucho
a su familia y sus amigos.
Y ahora, dejaos
conducir por este libro. Os avisé hace un instante, el único peligro es haceros
cómplices de Adriana Serlik.
Gracias.
Javier Díaz Gil
22 de enero de 2015
2 comentarios:
Me gustó mucho haber compartido aquel rato con vosotros. Fue muy emotivo tanto tu presentación como su lectura. El cariño se siente en el ambiente.
Me gustaron mucho sus poemas y aún más me gustó escucharla. Qué poder tienen algunas voces, Irradian vida.
Un abrazo
Victoria
Victoria, me alegré de verte. Y me alegro de que pudieras compartir mi presentación y la poesía de Adriana Serlik. Sí, es cierto, su voz tiene una cadencia que te transporta.
Un beso querida amiga.
Gracias, siempre, por tu compañía.
Javier
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