CELEBRACIÓN DE AGOSTO
El reflejo del agua entre las ramas de un árbol.
Una lagartija morosa caminando sobre la pared gris de granito.
La sombra generosa de la higuera.
La compañía de un perro y su mirada.
Un buen libro, por ejemplo, Faulkner y su Luz de agosto.
La caricia del viento sobre la piel desnuda.
Un poema por escribir pugnando por salir de la cárcel del silencio.
El tiempo detenido en la hora del sueño.
Una mano dulce y el deseo.
El recuerdo que ya es:
el lugar donde encontrarnos.
Javier Díaz Gil
10 de agosto de 2014
9 comentarios:
Tú lo escribes en agosto, lo leemos en septiembre. Nosotros ya no somos quien tú eras en ese tiempo detenido.
Y, sin embargo, leerte nos deja como una liviandad de veranos y horas escurriendo al sol.
Abrazos, siempre
Querido Amando, bien lo sabe tú también. La poesía tienes esa posibilidad de detener el instante, y de crearlo de nuevo cada vez que vuelves a leerlo.
No somos los mismos ya, es cierto amigo, pero somos herederos de aquello que vivimos, nos reconocemos en los que fuimos, en los que éramos en ese agosto liviano que tan bien defines.
Un abrazo Amando y ¡felicidades por tu reciente premio!
Javier
Javier, este poema es de esos que abren la puerta a uno que continua. Este poema es como un río. Uno puede leerlo y a la vez seguir escribiéndolo en un viaje de tren cualquiera.
Un abrazo y feliz descanso
Victoria
Gracias por estos poemas, que son viajes, que son regreso…
Esperando Octubre...
Victoria gracias por tu lectura. Te propongo, qué te parece, continuar este poema. Toma este río, abre la puerta que dices y continúalo. Me encantaría leer tus versos. Esperemos octubre y dejémonos acompañar por la poesía. Te animas? Un beso amiga.
Claro que me animo! Qué ilusión y qué vértigo! Muchas gracias Javier por compartir tus poemas de manera tan generosa y hacernos formar parte de ellos.
Estoy totalmente de acuerdo con las preciosas palabras de Amando García Nuño: leerte nos deja como una liviandad de veranos y horas escurriendo al sol.
Victoria. Estoy deseando leer tu poema. Un beso grande amiga!
Javier, aquí te dejo el mío. Un millón de gracias por la invitación. Hace bien rescatar los momentos.
La risa contagiosa de los niños.
El sol de los conejos cuando la tarde asoma.
Las botas de montaña, los mapas, los poemas.
La confusa y veloz lentitud del mes de Agosto.
El tiempo que vivimos sin negarnos a nosotros mismos.
La llamada perdida, el amigo encontrado.
Venus siempre sobre nosotros.
Volver a cualquier lugar que puedas llamar casa.
Sentirnos invencibles cuando alguien nos abraza.
Que alguien comparta su poema,
que alguien te invite a seguir escribiendo.
Magnífico Victoria. Me encanta cómo lo has continuado. Me gusta elnritmo, las imágenes, la morosidad del tiempo de agosto.
Gracias Victoria por este regalo.
Un beso grande
Javier
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