lunes, 1 de diciembre de 2014

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar diciembre de 2014


LA LENTA BELLEZA

La lenta
          belleza.

Sobre el paisaje un sol rojo.
La muerte necesaria, 
la supervivencia.

Acecha 
la languidez 
de la herida.

Y sucede la sangre y el crujido
del hueso, la carne transformada
en nueva carne.

El calor es dueño de los cuerpos
y tiene el sacrificio el silencio
de la vida que se entrega.

Nacer para morir y prolongar
esta belleza.

Nacer para morir.


Javier Díaz Gil
27 de septiembre de 2014
(Parque de Etosha. Namibia)

4 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

Quizá toda belleza sea simplemente transformación. de carne, de palabras, de imágenes. Quizá toda belleza sea simplemente eso, vida que se entrega.
Abrazos, siempre

Javier Díaz Gil dijo...

Querido Amando. La belleza, lo has definido muy bien: es entrega. Y emociona e impacta saber que la belleza y el dolor, lo terrible y lo bello van a veces tan de la mano.

Un abrazo amigo
Javier

José María Herranz dijo...

Terrible y hermoso. Un abrazo, amigo poeta.

Javier Díaz Gil dijo...

Gracias José María. Lo terrible y lo bello van de la mano. Un abrazo amigo.