viernes, 1 de mayo de 2020

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar mayo 2020



CICATRIZ

El hacha que hiende,
el fuego, la tormenta 
que arrastró la sed 
y el barro acumulado
del invierno.

             Desnudos nacimos del agua,
             la playa tiñó nuestra piel
             y el aire pobló 
                 nuestros pulmones.

Descalzo atravesaste
la arena más ardiente
y resurgiste.

            Del tronco cercenado la joven hoja
            asoma.

Atrás quedan las horas peores.

No olvides tu herida, la sangre derramada,
lo que ahora somos:
las ausencias.

Ama 
tu 
cicatriz.

El signo inevitable de la vida.


Javier Díaz Gil
2 de marzo de 2020

2 comentarios:

fcaro dijo...

Amar la cicatriz, Javier, es reconciliarse con el pasado. Bien para asumirlo, bien para superarlo. Es preciso saber desde donde nos levantamos para poder trazar un vuelo que nos acerque hacia,

Javier Díaz Gil dijo...

Querido Paco, saber de dónde venimos, el origen de la herida. La joven rama florecerá. Cuidaos mucho, querido amigo. Gracias por leerme y acompañarme siempre.
Un abrazo enorme
Javier