martes, 1 de febrero de 2011

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar febrero de 2011



LA NOCHE


Permanezco en la rampa

con el motor del coche encendido

las ventanillas cerradas

la noche fuera.


La fila de coches no avanza.


El letrero rojo

de parking completo.


Y el amor, como veneno, atravesando las venas,

el motor encendido,

las ventanillas cerradas.


La luz roja de la reserva.


La noche fuera,

el motor encendido,

las ventanillas cerradas.


La noche no avanza.

El veneno dueño de mi sangre.


Permanezco en la rampa,

la noche fuera,

la noche fuera.


© Javier Díaz Gil

1 de febrero de 2011

2 comentarios:

carlota dijo...

Claustrofóbico sentimiento. Atrapado.
Buen poema
besos

Javier Díaz Gil dijo...

Gracias Carlota, esa era mi intención, conseguir esas sensación de claustrofobia. me alegro de que te guste.
Un beso
Javier