viernes, 9 de enero de 2009

Juan Gelman. Poeta, exilio y búsqueda.

Juan Gelman, poeta. Premio Cervantes 2007


Juan Gelman no necesita que elogiemos sus poemas. La lectura de ellos es suficiente para darnos cuentas de lo grande que es.

Poesía sencilla, busca la expresión popular para hablarnos del corazón y del dolor, de la desaparición y la tortura, del reencuentro y la lucha política.

Gelman dice en su poética que entre tantos oficios ejerce éste (de poeta) que no es suyo, obligado a escribir día y noche.
Escribe, digo yo ahora, porque no tiene más remedio. Porque el poema duele y nace y hay que volcarlo al papel.

En palabras de Gelman: " ...la poesía llega cuando menos lo esperás y es un torrente. Cuando viene tenés que ponerte a escribir, de un tirón, porque si no te poemás encima".

Sólo con el humor es posible también sobrevivir a tanto dolor. La desaparición y muerte de su hijo. La desaparición de su nuera embarazada. La recuperación de su nieta, muchos años después... El exilio.

De la web del Ministerio de Cultura de España recojo la reseña biográfica que aparecía en la noticia de la concesión del Premio Cervantes 2007:

Nació en Buenos Aires en 1930.
Inició una carrera universitaria, pero pronto la abandonó para dedicarse al periodismo, la política y la poesía. Gelman comenzó a publicar en la década de los 50: sus dos primeros libros fueron Violín y otras cuestiones (1956), con prólogo de Raúl González Muñón, un poeta en el que Gelman se reconoce por su afinidad con lo popular, y El juego en el que andamos (1959), ambos impresos en Buenos Aires, como toda su producción hasta 1971. Con las obras de la década siguiente -Velorio del solo (1961) y Gotán (1962)- comienza a darse a conocer en todo el continente iberoamericano.
Progresivamente, la actividad poética de Gelman se convirtió en la otra vertiente de su posición ideológica de izquierda; junto con Eduardo Galeano, de ideología afín, formó parte de la redacción de la revista Crítica (1968-1975) que el uruguayo había fundado en Buenos Aires. El deterioro de la situación política argentina hizo cada vez más difícil para el poeta trabajar, escribir y publicar en su país. Se produjo una pausa editorial entre 1971, año en que aparece en Buenos Aires Cólera buey, recopilación de toda su poesía hasta 1968, y 1980, en que vuelve a publicar en el exilio.
Amenazado de muerte, con su hijo y su nuera embarazada desaparecidos, tuvo que huir de Argentina en 1975. Después de un tiempo en Roma y París, Gelman pasó a Nueva York y luego a México, donde reside en la actualidad. Los libros publicados en este periodo de exilio, Hechos y relaciones, Si dulcemente y otros, reflejan el doloroso clima de derrota y pérdida que sufrió el autor. La recopilación Obra Poética (1956-1973) permite tener una visión de conjunto de su obra escrita en Argentina, que puede complementarse con De Palabra. Poesía (1971-1978). Tras este volumen, Gelman ha publicado con regularidad, desde México o Buenos Aires, nuevos volúmenes de poesía, entre ellos sus series Interrupciones. Un aspecto curioso de la obra de Juan Gelman es la presentación de parte de su propia poesía como traducción, atribuyéndola a poetas apócrifos, como sus Traducciones III: los poemas de Sydney West (1969).


Premios obtenidos
Premio Nacional de Poesía de Argentina, 1997
Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe “Juan Rulfo”, 2000
Premio Iberoamericano de Poesía “Ramón López Velarde”, 2004
Diploma al Mérito 2004, Fundación Konex
Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, 2005
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, 2005
Premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila, 2005

Para saber más os recomiendo la visita de la página http://www.elortiba.org/gelman2.html
Biografía, entrevistas, poemas. Merece la pena leer más cosas sobre el poeta.
O la recopilación de información más amplia que recoge Wikipedia.

Aquí os dejo alguno de los poemas de Juan Gelman que he elegido para publicar en esta enterada.
Confío en que os gusten y os despierte la curiosidad de seguir leyéndolo.


MI BUENOS AIRES QUERIDO


Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.


ARTE POÉTICA

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,

como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.

(Velorio del solo)


PRESENCIA DEL OTOÑO

Debí decir te amo.
Pero estaba el otoño haciendo señas,
clavándome sus puertas en el alma. Amada, tú, recíbelo.
Vete por él, transporta tu dulzura
por su dulzura madre.
Vete por él, por él, otoño duro,
otoño suave en quien reclino mi aire. Vete por él, amada.
No soy yo él que te ama este minuto.
Es él en mí, su invento.
Un lento asesinato de ternura.


SEFINÍ

basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar

1 comentario:

Javier Díaz Gil dijo...

Gracias Txemita
Visitaré esa web
Un abrazo
Javier