viernes, 1 de febrero de 2019

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar febrero 2019




QUEDA

Queda la nieve en el cuchillo de las montañas,
el agua tiñendo el sol
y el viento.

Quedan las siluetas de los clavos y las gaviotas
temblando en la orilla
del frío.

Queda el fantasma
de los árboles talados,
los tocones muertos junto al arroyo.

Queda mi imagen última
reflejada sobre el vidrio
del pasado,

Queda
lo que ya no existe,

lo que nunca
ha sido.

Javier Díaz Gil
20 de noviembre de 2018

7 comentarios:

fcaro dijo...

Toda la melancolía con que se tiñe tu poesía, aparece disuelta en ese estar y no estar que el poema reclama. Cada vez eres un poeta más afilado. Y más de mirada herida.

fcaro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
momiji haiku もみじ dijo...

Queda la ausencia. Y las hermosas palabras que la nombran.
Un poema precioso Javier. Un abrazo grande

Javier Díaz Gil dijo...

Querido Paco, tus palabras me emocionan. Agradezco mucho tu comentario, tu lectura. Sabes, como yo, que estamos conformados por las presencias pero también por las ausencias. Un abrazo enorme

Javier Díaz Gil dijo...

Muchas gracias, amigo Félix. Un abrazo inmenso.

Unknown dijo...

Precioso retorno sobre un desequilibrio sin nombre, que asuma y guarda el impoluto iris del poeta. Gracias, Javier, por dejarnos este precioso poema como regalo de este mes.

Javier Díaz Gil dijo...

Gracias por tu comentario, me hubiera gustado saber tu nombre para agradecerte tus palabras. Gracias por visitar mi blog.
Un abrazo
Javier