martes, 1 de septiembre de 2015

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar septiembre 2015



EL HOMBRE INVISIBLE

Terminarás aprendiendo
¬-yo te enseñaré-:

Lo más difícil
de todo

es desaparecer.

(De “El ángel prometido”. JDG)

Saben de su existencia
por el perfil de su sombra en las ventanas.
Durante la noche deambula por la casa
o permanece sentado largas horas solo junto a un libro:
conversar con uno mismo hace huir al silencio.

Hay quien afirma haberle visto caminar por la calle
en los días soleados del invierno:
su piel translúcida, las manos dibujadas en los bolsillos,
su paso lento ocultando
su boca.

Son sus dos ojos abiertos
la oscuridad de un faro.

Dicen que se alimenta de tinta y de tristeza,
pero en su casa el viento -las ventanas abiertas-,
recorre los pasillos empujando
los recuerdos terribles
al fondo de los cajones.

“Es extraño”, rumorean los que no se atreven
a nombrar la soledad.
“Es un hombre libre”, dicen otros, bajando la voz.


© Javier Díaz Gil
25 de agosto de 2015