BOTE, BOLEROAgosto es el sol más terriblepero aún somos niños corriendo incansablessu noche acogedora.Son la felicidad las calles y el verano.Es mi memoria una casa de puebloy nuestros pantalones cortos y los primossin prisa preparando el juego.Una lata vacía es suficiente.Horas jugando al bote bolero,“Bote bolero, por Carlos”“Bote bolero, por ti”.Ligarla es descubrir al escondido,Ser más audaz y más listo.“Bote, bolero, por Olga”“Bote, bolero por ti”.Esconderse y no ser vistoY acercarse sigiloso antes de que te encuentren.“Bote, bolero por Jose”“Bote bolero, por ti”.Si fuera sencillo volver y acabar este juego.“Bote, bolero…”Regresar a la infancia,alcanzar el círculo,arrojar bien lejos aquel bote de una patada“Bote bolero, por mi”,para salvarnos todos.© Javier Díaz Gil10 de febrero de 2015.
Poema incluido en la antología "Antón Pirulero", (Antología de juegos de la infancia) coordinada por Pilar Geraldo Denia. Asociación Cultural Museo del Niño. Albacete 2015.
(Ver imágenes de la presentación del libro y de la exposición en este enlace)
Los juegos son la vida, fragmentos de intenciones. Si pudiéramos seguiríamos escondiéndonos, burlando al supremo vigilante.
ResponderEliminarQuerido Paco, gracias por tu comentario. Los juegos son ensayo de la vida, es cierto. Quizá la nostalgia de la infancia no es sino la nostalgia del juego.Si pudiéramos seguiríamos jugando, ensayando la vida.
ResponderEliminarUn abrazo Paco
Seguramente sigamos siendo aquellos mismos niños, aunque ahora nos cansemos más que entonces. El tiempo pasa tan deprisa que, cuando echamos la vista atrás, nos sorprendemos de nosotros mismos dándole patadas a un bote lleno de piedras.
ResponderEliminarMuy entrañable tu poema. Bote bolero por ti, Javier.
Un abrazo
viva la madre que te parió ( con perdón). Es que me parece un poema original armónico, con una técnica perfecto ( aunque sabes que yo no estoy para opinas. BEsos y Feliz Navidad y , si no te gusta piensa que sólo son 4 días.
ResponderEliminarOye, que i correo es palcarconuco@hotmail.com
Muchas gracias Iñaki, el tiempo pasa deprisa y somos esos niños aún, qué duda cabe. Lo que importa es no perder a esos niños que fuimos, no perdernos.
ResponderEliminarGracias amigo por tu atenta lectura siempre.
Un abrazo
Javier
M. Carmen, ¡gracias!
ResponderEliminarTu efusiva felicitación me emociona. Me alegra que te haya gustado el poema.
Feliz Navidad también para ti.
Un beso
Javier