EL HOMBRE
INVISIBLE
Terminarás aprendiendo
¬-yo te enseñaré-:
Lo más difícil
de todo
es desaparecer.
(De “El
ángel prometido”. JDG)
Saben de su existencia
por el perfil de su sombra en las ventanas.
Durante la noche deambula por la casa
o permanece sentado largas horas solo junto a un
libro:
conversar con uno mismo hace huir al silencio.
Hay quien afirma haberle visto caminar por la
calle
en los días soleados del invierno:
su piel translúcida, las manos dibujadas en los bolsillos,
su paso lento ocultando
su boca.
Son sus dos ojos abiertos
la oscuridad de un faro.
Dicen que se alimenta de tinta y de tristeza,
pero en su casa el viento -las ventanas abiertas-,
recorre los pasillos empujando
los recuerdos terribles
al fondo de los cajones.
“Es extraño”, rumorean los que no se atreven
a nombrar la soledad.
“Es un hombre libre”, dicen otros, bajando la voz.
25 de agosto de 2015
Como invisible podría producir cierta ternura, la solidaridad del desamparo. Como hombre libre, reconozca que me aterroriza.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
¿Quién es libre? Me ha gustado, me ha inquietado y tiene unas imágenes logradas como la de los faros. La atmosfera está muy bien descrita, te envuelve. Muy bien poeta. Un beso grande, Rocío
ResponderEliminarBuen comienzo de mes con este poema. Visual e inquietante. Feliz final de verano. Un abrazo.
ResponderEliminarAmando, te he provocado dos estados que comienzan por ter-. Ternura y terror. El que te haya dejado inquieto mi poema es un regalo que me haces. Gracias amigo, siempre, por tu atenta lectura.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
Javier
Rocío, gracias por venir a leer mi poema. ¿Quién es libre? Quizá nadie, pero hay pequeñas decisiones en las que podemos intervenir cada día, , victorias que podemos lograr. Ser libres quizá, decidiendo como el protagonista del poema, por ejemplo, ser invisibles.
ResponderEliminarUn beso grande también para ti, amiga
Javier
Querida Eloísa
ResponderEliminargracias por acercarte a mi blog a leerme.
Me alegra dejarte inquieta ante este hombre invisible en el que podamos vernos tal vez un poco reflejados.
Feliz final de verano también para ti.
Un beso grande
Javier
Podrá desaparecer cuantas veces quiera, sin embargo desaparecer no es ser invisible. Tu voz - yo te he oído recitar muchas veces- siempre estará al otro lado, aunque ni siquiera la oiga. Hay texturas imborrables. El poema es una, tu voz es otra.
ResponderEliminarUn abrazo
Victoria,
ResponderEliminar"Desaparecer no es ser invisible", me encanta la frase (¿podría ser el principio o el final de un poema tuyo? ¿te animas?). Este hombre invisible elige ser invisible y elige aparecer también cuando debe hacerlo.
Tienes razón, y sería motivo para un nuevo poema: la voz no puede hacerse invisible.
Gracias siempre por tu mirada y tu lectura atenta y gracias tus comentarios.
Un beso, querida amiga
Javier