martes, 1 de julio de 2014

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar julio 2014



LA MARCA DE CAÍN

¿Qué has hecho? ¡Escucha!
¡La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra!
         (Génesis, 4:10)

Cómo reconocer al condenado.

El obligado a vagar eternamente
sobre la tierra.

Lleva sobre la frente la marca
de la ignominia, el fruto negado,
la tierra estéril.

                Ahora sé que el mal existe.

El hermano maldito
derramando la sangre
del hermano.

El dolor
no significa
nada.


Guárdame, Señor, del olvido.
Permíteme
     prolongar
                la memoria.

Si no he de saber reconocerlo,
deja, Señor, que desentierre

quién fue la víctima,
quién el verdugo.

© Javier Díaz Gil
26 de junio de 2014

8 comentarios:

  1. Buen verano, Javier. Buena poesía.

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  2. Querido Paco, muchas gracias. Buen verano también para ti pleno de Poesía. Un abrazo.

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  3. Muy buen poema. Seguro que no conoces el mío sobre el mismo tema. Ya tiene unos cuantos años pero me sigue gustando.

    ORACIÓN DE CAÍN

    Gracias, odio; gracias, resentimiento;
    gracias, envidia:
    os debo cuanto soy.
    Lo peor de nosotros mantiene el mundo en marcha
    y la ira es un don: estamos vivos.

    De quien demonios sean las sonrisas,
    derrochadas igual que mercancía barata,
    yo nunca me he ocupado.
    Gracias por no dejarme ser inconstante y dulce
    mientras levanta el mundo su obra minuciosa de dolor
    y nos hacemos daño unos a otros
    amándonos a ciegas,
    con torpes manotazos.

    Yo soy esa pregunta del insomnio
    y su horrible respuesta.
    Bésanos en la boca, muchedumbre, y esfúmate,
    que estamos siempre solos y no somos felices.

    Gracias, angustia; gracias, amargura,
    por la memoria y la razón de ser:
    no quiero que me quieran al precio de mi vida.

    Gracias, señor, por mostrarme el camino.
    Gracias, Padre,
    por dejar a tu hijo ser Caín.

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  4. José Luis,
    gran poema el tuyo, no lo conocía y me gusta mucho. Me identifico con él y me parece curioso cómo hemos coincidido en esa invocación final los dos al señor.

    Muchas gracias, José Luis, por visitar mi blog y leer mi poema y por tu comentario y tu poema. Un abrazo muy fuerte amigo poeta.
    Javier

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  5. fantástico maestro...y limpio como siempre

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  6. Muchas gracias querida Paloma. Un beso!

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  7. Posiblemente, todos fueron (somos) víctimas. Y todos ansiamos ser verdugos, esa es nuestra marca.
    Abrazos, siempre

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  8. Querido Amando,

    Quizá los poetas utilicemos la poesía para buscar la justicia. ¿Es nuestra forma de ser verdugos?

    ¿Qué, en la vida,nos lleva a ser verdugos o a ser víctimas?

    Un abrazo Amando, y otra pregunta ¿es la poesía la marca cainita que compartimnos los poetas?

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