Aún no había hablado de otro poeta imprescindible, Jaime Gil de Biedma.
Decía Gil de Biedma que la poesía no era tan difícil pues alguno de sus mejores poemas los escribió con alguna copa de más. Poeta bohemio, perteneciente a la generación del 50, una generación amante de la poesía pero también de la diversión. Integrante del grupo de Barcelona es quizá uno de los poetas que más ha influido en las generaciones posteriores.
Nació en Barcelona en 1929. Sus padres, vinculados al sector financiero y a los negocios de Ultramar, que se habían establecido en la ciudad procedente de Castelló. El pequeño Jaime pasó la Guerra Civil en Nava de Asunción (Segovia).
Cursó el Bachillerato en el Instituto Luis Vives, en Sarriá, y su primera juventud estará marcada por los veranos en Castelló y la vida burguesa barcelonesa: veladas en el Liceo, natación, tenis y equitación en el Club de Polo.
En el año 1946 ingresa a la Facultad de Derecho y entra en contacto con Carlos Barral, Joan Reventós, Alberto Oliart y Antonio de Senillosa. Conoce también a José María Castellet que lo introducirá en la corriente denominada "realismo crítico".
Desde 1955 trabaja en Tabacos de Filipinas. Primero como miembro del equipo de la Asesoría Jurídica, y posteriormente como asesor personal del presidente de la multinacional, Manuel Meler.
Enfermo de SIDA, muere en Barcelona el 8 de enero de 1990.
Cursó el Bachillerato en el Instituto Luis Vives, en Sarriá, y su primera juventud estará marcada por los veranos en Castelló y la vida burguesa barcelonesa: veladas en el Liceo, natación, tenis y equitación en el Club de Polo.
En el año 1946 ingresa a la Facultad de Derecho y entra en contacto con Carlos Barral, Joan Reventós, Alberto Oliart y Antonio de Senillosa. Conoce también a José María Castellet que lo introducirá en la corriente denominada "realismo crítico".
Desde 1955 trabaja en Tabacos de Filipinas. Primero como miembro del equipo de la Asesoría Jurídica, y posteriormente como asesor personal del presidente de la multinacional, Manuel Meler.
Enfermo de SIDA, muere en Barcelona el 8 de enero de 1990.
Su trayectoria como poeta había terminado muchos años antes, puede ser porque la vocación literaria dejará paso a la pasión por la lectura, o puede porque como el mismo va a decir: "yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema..."
Vivió 59 años, 50 años intensos, diría yo.
Pero como decía antes, Gil de Biedma es otro poeta imprescindible.
Sólo tenéis que leerle. Os dejo aquí para ello alguno de sus poemas que confío despierten la necesidad de seguir conociéndole.
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