PERDIMOS
Perdimos una botella
de agua y no volvió,
una cámara de fotos
que recuperamos,
un sombrero en una casa
de principios del siglo XX.
Perdimos los abrigos
y nos los devolvió
la generosidad
y una encomienda en autobús.
Al fin y al cabo,
la vida es eso.
A veces,
perder, recuperarlo...
Aprender también
a despedirte.
Javier Díaz Gil
27 de noviembre de 2018
(Colonia de Sacramento)
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