NO DA PARA MÁS
Este poema no da para más.
Lo justo para refugiarse de la lluvia
o evitar el sol terrible
de los días aciagos.
No da para más.
Tiene los pies pequeños
y sus pasos son cortos e inestables,
anda escaso de sal
y apenas vuela.
Pero imagina
cómo son las nubes desde arriba
y el sonido que hace el mar
cuando nadie escucha.
Este poema no da para más.
Él lo sabe.
Y permanece en silencio
esperando a que vengas a leerlo,
a hacerle un poco de compañía,
a dejarlo que duerma
y sueñe
con lo que ha de llegar
cuando deje
de ser
inútil
un poema.
Javier
Díaz Gil
16 de noviembre de 2018
16 de noviembre de 2018
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