INVENTARIO FINAL
Las huellas que quedaron truncadas,
las que aún me acompañan.
Las que dejaron en la piel la sombra más feroz
y el frío del desierto.
Las huellas sobre el asfalto y la tierra roja
que prolonga
el infinito y la memoria.
Huellas solitarias, suspendidas
en la sed de los pájaros.
Las huellas latiendo
en tu mirada, la fiebre
y el sueño detenido.
Seguir hacia adelante.
Saber
que nada ha sido en vano.
Javier Díaz Gil
31 de diciembre de 2014
Parabéns pela sua escrita.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarObrigado. Gracias por tu comentario. Um abraço.
ResponderEliminaruno muy hermoso poema lleno de esperanza ...
ResponderEliminardisfrutado
besos
:)
Piedade, obrigado. Un beso grande y gracias por tu lectura y tu comentario.
ResponderEliminarUm abraço.
Querido Javier, seguir adelante aún con las huellas que quedaron truncadas, es una labor encomiable. No, nada ha sido en vano, tu poema por ejemplo.
ResponderEliminarLos pájaros también beben en la huella de los hombres.
Un abrazo
Querida Victoria, gracias siempre por tu lectura y tus comentarios. Las huellas que sevtruncan o se detienen y las que nos acompañan.
ResponderEliminarTu última frase es un principio perfecto para un poema:
Los pájaros también beben en la huella de los nombres.
¿Te animas a escribirlo?
Un beso grande y Feliz Año.
Javier
Querido amigo siempre me regalas una razón para un poema, y eso es invaulable. Gracias de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Victoria.
ResponderEliminarCambié en tu frase la palabra hombres por nombres. Las dos versiones son buenas.
Ya tengo ganas de leer tu poema.
un beso grande amiga
Javier