Javier Díaz Gil y Ariadna G. García |
Ariadna G. García acaba de publicar su quinto poemario: "Helio", con la editorial La Garúa. El pasado jueves 8 de mayo de 2014 tuve la fortuna de presentarle el libro en la Casa del Libro de la calle Fuencarral de Madrid (España). Libro imprescindible. Os dejo aquí el texto de mi presentación. Gracias Ariadna por tu nuevo poemario. Gran poeta. No la perdáis de vista.
Presentación “Helio” de
Ariadna G. García
Casa del Libro, (c/ Fuencarral, 119. Metro Bilbao), 19:00.
Quizá, parafraseando el
principio de “Cien años de soledad” del recientemente fallecido Gabriel García
Márquez, nos ocurra como al coronel Aureliano Buendía que muchos años después,
no necesariamente frente al pelotón de fusilamiento, habremos de recordar
aquella tarde remota en que Ariadna G. García nos llevó a conocer el Helio.
Porque el Helio es más que
el título de este nuevo poemario, el quinto de la autora: el helio es toda una
metáfora.
En su poema final de este
libro, titulado “Poética” nos habla Ariadna de este gas noble.
POÉTICA
A cuatrocientos grados bajo
cero,
que es la temperatura en el
espacio,
todos los elementos
de la tabla periódica se
paran.
Sus cuerpos enmudecen.
La vida se congela para
ellos.
Sólo uno, el más leve, se
resiste
a que el tiempo y el frío
lo sometan
a la inacción, al cambio.
Por fuera nos parece que
está muerto.
Su piel es de cristal. Pero
por dentro,
sus átomos ensayan
una coreografía apasionada.
Lo que fuimos y lo que
somos,
Como le ocurre al helio,
nos conforma.
La realidad pervive en dos
estados
que no son excluyentes.
El Helio se comporta así
conviviendo en dos estados al mismo tiempo, es sólido por fuera pero es gas por
dentro.
Así, es este libro imagen
de su autora. Una autora poliédrica en la que conviven los dos lados de espejo:
el pasado y el presente que mira hacia el futuro, el amor y el desamor, el
verso y la prosa. También el hielo y su deshielo.
Porque Ariadna sabe, como
apunta Jorge Riechmann en el epílogo del libro, que “lo que vale en la vida, lo
único que da sentido y valor a ésta es el amor”. Y yo añadiría además del amor,
el arte. El dominio de la palabra y la belleza. Los dos pilares esenciales que
nos hace más libres y vivos.
Para quien no conozca a Ariadna
G. García, esta madrileña nacida en 1977, es necesario que sepan que es licenciada
en Filología Hispánica, y que está en posesión del Diploma de Estudios
Avanzados. Ha publicado con el que presentamos hoy, ya cinco libros de poemas:
Construyéndome en ti (Libertarias. 1997), Napalm. Cortometraje poético
(Hiperión. 2001), Apátrida (Hiperión. 2005), La Guerra de Invierno (Hiperión.
2013) y Helio (La Garúa. 2014). Ha ganado los premios Hiperión, Arte Joven de
la Comunidad de Madrid e Internacional Miguel Hernández-Comunidad Valenciana.
También ha preparado la edición de las antologías Veinticinco poetas españoles
jóvenes (Hiperión. 2003; 2ª edición, 2006), Antología de la poesía española
(1939-1975) (Akal. 2006) y Poesía española de los Siglos de Oro (Akal. 2009).
Ha traducido, junto a Ruth Guajardo, el libro Vivo en lo invisible. Nuevos
poemas escogidos, de Ray Bradbury (Salto de Página, 2013).
Su obra ha sido recogida en al menos doce antologías. Recibió una beca
de creación en la Residencia de Estudiantes (2001).
Ejerce la crítica literaria en La tormenta en un vaso, Culturamas,
Micro-revista y La estafeta del viento. Mantiene un blog: El rompehielos; así
como un sección de poesía, La luz de la linterna, dentro del programa Castillos
en el aire que emite Radio 21. Es profesora de Lengua y Literatura en un
instituto público de Madrid.
Parte de esa
biografía la he vivido con ella de algún modo. Conozco a Ariadna desde 1997,
hace al menos 17 años. Acababa de publicar su primer libro y participó con 20
años en un premio de poesía en Villaverde Alto, el premio Miguel Hernández, en
el que obtuvo un tercer premio y en el que yo era jurado. Su poesía era tan madura
que era imposible no fijarse en ella. Nos conocimos entonces y no hemos dejado
de compartir amistad y poesía.
Confieso que siempre
creí en Ariadna García. Y he observado desde la cercanía su trayectoria. Sus
merecidos premios Hiperión por Napalm y el de Arte Joven por Apátrida.
Y ahora, después,
este salto cualitativo de sus dos últimos libros, “La guerra de invierno” (premio
internacional Miguel Hernández, de nuevo Miguel Hernández en tu camino) y
“Helio”.
En este viaje hacia
el Helio Ariadna García ha ido cambiando la mirada poética. Pero no su
compromiso con la vida, con las libertades civiles, con su poesía.
La mirada de sus
tres primeros libros era una búsqueda de su interior, de su crecimiento
personal, de su lugar en el mundo. El amor ya aparecía como hilo conductor de
esos libros.
En estos dos
últimos, Ariadna García explora otros territorios. Es el paisaje de Finlandia, en
la Guerra de Invierno, el paisaje de Roma, de Jordania, de Estambul en “Helio” el
paisaje que busca nuestra poeta para encontrarse.
Hay un viaje
interior en estos últimos libros, es el paisaje un lugar de meditación, de búsqueda
y de encuentro.
Hay un crecimiento
formal también. El ensayo con nuevas formas de expresión: la prosa poética de
La guerra de invierno está en la sección “Lienzo expresionista” de este Helio.
Los poemas breves que nos emocionan con el manejo exacto de lo que no se dice y
de la palabra elegida:
VELOCIDAD DE LA LUZ
Viajo hacia ti.
El universo empieza a
concentrarse.
Mi corazón, en cambio, se
dilata.
El cultivo de la
forma clásico, el soneto, que se deshace y adapta para poder transmitir la
emoción. El clasicismo y la vanguardia.
Como le ocurrió al
coronel Aureliano Buendía, tal vez dentro un tiempo recordemos esta tarde en el
que Ariadna García nos trajo a conocer el Helio. Nos trajo a conocer este libro
imprescindible, poliédrico, que mira hacia adelante y hacia atrás, que es
denuncia y compromiso (me encanta el poema “La venda púrpura”), que es expresión de amor
y es reconocimiento del desamor y de la ausencia (destacan la serie de cinco
memorables elegías). Te haré, Ariadna, una petición: no dejes de leernos el
poema Nocturno esta tarde.
Poesía ésta de
Helio que como el dios Jano, guarda dos caras: poesía mística de cuerpo y alma,
poesía de amor y desamor, de vida.
Lo que importa ya
es escuchar a Ariadna García.
Y recuerden:
La realidad pervive en dos
estados
que no son excluyentes.
Javier Díaz Gil
Madrid 8 de mayo de 2014
Mira que me da coraje perderme eventos como este. Además esa librería me pilla al lado de casa. pero vamos aunque estuviera lejos, lástima de circunstancias: no poder una multiplicarse y estar en varias ciudades...
ResponderEliminarEnhorabuena Ariadna, y también a ti Javier por tu presentación. Es verdaderamente estimulante leer esta entrada con esos trozos de poemas. Suenas incandescente como Helio y medicinal, Ariadna.
No dudaré en hacerme con un ejemplar.
Un abrazo.
Victoria
Gracias Victoria.
ResponderEliminarQuisiéramos poder multiplicarnos para llegar a todo, ya lo creo. Pero no nos queda más remedio que elegir. Victoria, sé que te gustará este libro. La poesía de Ariadna merece mucho la pena.
Un beso amiga.
Javier
Gracias Victoria.
ResponderEliminarQuisiéramos poder multiplicarnos para llegar a todo, ya lo creo. Pero no nos queda más remedio que elegir. Victoria, sé que te gustará este libro. La poesía de Ariadna merece mucho la pena.
Un beso amiga.
Javier