DE QUÉ SIRVE
De qué sirve guardar memoria
de nombres, fechas y rostros.
De acontecimientos únicos,
de guerras y sombras del dolor
que no volverán jamás a suceder.
De qué sirve la fama o la edad,
las manos encallecidas,
las plantas creciendo en la ventana,
si todos los que te conocieron,
todos cuantos conociste,
todos a los que amaste,
son tan sólo ya,
tan solo,
noticias en un periódico amarillo.
De qué sirve vivir
cuando son tus muertos
tus fantasmas,
tus fantasmas mirándote
desde las imágenes detenidas,
tus fantasmas,
desde las imágenes detenidas
de todas tus fotografías.
© Javier Díaz Gil
2 de mayo de 2012
Sirve para que a vida no se burle de nosotros. Muy bello, muy triste.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez sirva para abonar del cactus sus futuras flores.
ResponderEliminarMuy buen poema.
Un abrazo amigo
Paloma, Jesús, muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEl poema plantea preguntas y vosotros me ayudáis a responderlas.
Un abrazo muy fuerte a los dos.
Javier