Sombras y Boticelli. La Poesía está en todas partes
Hice esta foto a finales de septiembre de 2011, al caer la tarde, en un edificio de la localidad de Tres Cantos (Madrid-España). Las sombras de la última hora de la tarde se alargan y un cable sobre la fachada puede parecer otra cosa. La mirada del poeta cree ver bailarinas, siluetas de seres imaginados danzando en la pared de ladrillo.
Pero la Poesía está ahí en esas sombras y ahora sé que son algo más que sombras, quizá sean las tres Gracias del cuadro "La primavera" de Boticelli que regresan seis siglos más tarde que las pintara Sandro Boticelli.
¿Por qué no?
Sé que la mirada es lo que importa.
La Poesía está en todas partes.
Algo más sobre "La Primavera" de Boticelli (información recogida de la página web www.sigojoven.com)
La Primavera es una de las obras maestras del pintor renacentista Italiano Sandro Botticelli. Esta obra posee unas dimensiones de 203 centímetros de alto por 314 centímetros de ancho y responde la técnica pictórica del temple sobre tabla.
La fecha en la que se llevó a cabo es incierta y los expertos apuntan varias posibilidades. Algunas corrientes dicen que se pintó entre 1476 1477, otras sin embargo, hablan de fechas cercanas a 1482, es decir, después de la experiencia romana de Botticelli.
El matrimonio entre Lorenzo di Pierfrancesco de Médici y Semiramide Appiani fue posiblemente la causa de este encargo.
Antes de entrar en el análisis detallado de la pintura, hay algo que destaca mucho del cuadro y es su enorme formato en relación con lo habitual de la época. Las pinturas de estas dimensiones, se reservaban siempre para la representación de los temas sacros.
Se trata de una obra de difícil interpretación simbólica y filosófica, para ello es preciso un amplio conocimiento de la literatura y simbología renacentista. La Primavera representa a los dioses clásicos casi desnudos y a tamaño natural. La escena responde a una atmósfera de fábula de carácter mitológico en la que se está celebrando un rito de primavera alejándose así de la pintura religiosa.
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre su alegoría y sobre los significados que tiene esta obra. Hay una interpretación clásica que describe las figuras del cuadro empezando desde la parte izquierda:
Mercurio: Este dios se identifica por su calzado con alas. Tiene una actitud de mirar hacía el cielo, que se interpreta como una unión con el más allá. Esta vestido con un manto rojo que cae de forma asimétrica, señal de que se estaba representando una escena mítica.
Las tres Gracias: Están representadas como tres jóvenes casi desnudas y luciendo elaborados peinados. Son las servidoras de Venus y reciben el nombre de Gracias debido, danzando en corro, se las representó en el arte grecorromano.
Cupido: Revolotea sobre la figura central de La Primavera de Botticelli, Venus. Cupido se dedica a lanzar sus pequeños dardos hacía una de las tres Gracias.
Venus: Es eje a la composición. Está representada como una Madonna. Aparece enfundada en un vestido y un manto, que caen de forma asimétrica, como en el caso de Mercurio. Es el centro físico del cuadro y también el centro moral, al simbolizar y ser representada como la creadora de la Naturaleza, que hace nacer y crecer a los seres vivos.
Flora: Es la única figura del grupo que mira al observador y que tiene la intención de esparcir sus flores más allá de la escena meramente representada.
La ninfa Cloros: Flora recoge en su vestido las flores primaverales que brotan de la boca de la ninfa Cloros.
Céfiro: Dios del viento benigno representado con colores fríos mientras busca el amor de la ninfa. Sopla la dulce brisa que hace posible la primavera.
Todas las figuras destacan en la composición por el contraste que ejercen con el fondo oscuro y la claridad de su piel y sus ropajes.Botticelli opta claramente por un formato monumental, con figuras a tamaño natural, y todo esto lo compagina con una gran atención al más mínimo detalle.
Todos los personajes están situados en un paisaje de naranjos, árboles tradicionalmente relacionados con la familia Médicis. En suelo es una capa de hierba muy oscura con flores típicamente toscanas. También existen otros tipos de flores que Flora porta en su cabeza y ropaje como las violetas.
Hola Javier
ResponderEliminarSiempre... Siempre me voy de tu espacio con un buen sabor a poesía... Es genial ver el don de las cosas, inspirarnos a cada paso, contemplar las sensaciones, absorviendo cada efecto poético, de un momento mágico.
Un beso
Hola Javier, te felicito por tu blog, muy completo e ilustrado. Lo añadiré a mi lista. Saludos.
ResponderEliminarMARÍA SANZ
http://poetamariasanz.blogspot.com
Javier, no había tenido tiempo para ver esta entrada. Me ha gustado mucho. Eran realmente curiosas las sombras. Y está muy bien tratar de ver mucho más allá, mucho más lejos de lo que la realidad nos enseña a primera vista. ¿Es la mirada del poeta? Bueno, es la mirada de las personas sensibles, sean lo que sean. A unos nos tientan las palabras, como a nosotros, pero a otros les tientan otras cosas, la música, la pintura... la papiroflexia a lo mejor, no sé mil cosas, pero hay que tratar de ver más allá de la desnuda realidad. Me ha gustado mucho esta entrada. Un beso, Rocío
ResponderEliminar