"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se hace insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada” (Mateo 5:13).
SI LA SAL SE CORROMPE
La sal del valle de Maras.
-Una mujer de negro
carga sobre su espalda
sacos de sal-.
Canalizamos el arroyo
que nace del corazón de los Andes,
construimos los bancales,
las balsas donde el sol
evapora la lámina
de agua generosa.
-Una mujer de negro,
sobre su espalda-.
Nuestros brazos
acarrean ahora la sal iluminada.
Tiene la cordillera
vocación de mar.
El valle milenario,
vocación de espuma.
Somos la sal de la tierra,
las miles de manos, los rostros
que hicieron
nuestra historia.
Si la sal se corrompe,
si el viento nos borra
-mujer de negro,
mar lejano-
no serviremos para nada.
© Javier Díaz Gil
28 de julio de 2011
Bien...Me gusta mucho.Me encantan mujeres de negro en relatos. Estoy de regreso de la Costa de la Muerte. Si puedo voy el sábado a la cena en casa de Paloma, os avisaría. Estoy pintando en casa. Nada artistico, lo cotidiano. Feliz verano. BS
ResponderEliminarGracias Carmen. Avísame si finalmente decides ir. Un beso Carmen
ResponderEliminarHola Javier
ResponderEliminarLos pensamientos escritos se apoderan de las sensaciones, y los sentidos se satisfacen con las emociones.
Siempre es un placer leerte...
Un abrazo
Mariló
Gracias Mariló. Y las emociones se satisfacen también con los sentidos.
ResponderEliminarUn beso
Javier