lunes, 1 de agosto de 2011

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar agosto 2011


"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se hace insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada” (Mateo 5:13).

SI LA SAL SE CORROMPE

La sal del valle de Maras.

-Una mujer de negro
carga sobre su espalda
sacos de sal-.

Canalizamos el arroyo
que nace del corazón de los Andes,
construimos los bancales,
las balsas donde el sol
evapora la lámina
de agua generosa.

-Una mujer de negro,
sobre su espalda-.

Nuestros brazos
acarrean ahora la sal iluminada.

Tiene la cordillera
vocación de mar.
El valle milenario,
vocación de espuma.

Somos la sal de la tierra,
las miles de manos, los rostros
que hicieron
nuestra historia.

Si la sal se corrompe,
si el viento nos borra
-mujer de negro,
mar lejano-
no serviremos para nada.

© Javier Díaz Gil
28 de julio de 2011

4 comentarios:

  1. Bien...Me gusta mucho.Me encantan mujeres de negro en relatos. Estoy de regreso de la Costa de la Muerte. Si puedo voy el sábado a la cena en casa de Paloma, os avisaría. Estoy pintando en casa. Nada artistico, lo cotidiano. Feliz verano. BS

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  2. Gracias Carmen. Avísame si finalmente decides ir. Un beso Carmen

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  3. Hola Javier

    Los pensamientos escritos se apoderan de las sensaciones, y los sentidos se satisfacen con las emociones.

    Siempre es un placer leerte...

    Un abrazo
    Mariló

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  4. Gracias Mariló. Y las emociones se satisfacen también con los sentidos.

    Un beso
    Javier

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