Un poema de Javier Díaz Gil para empezar octubre 2010
SACRIFICIOMe entregué
al sacrificio.
Porque dependíamos
de la lluvia
dejé que el chamán
me arrancara
el corazón.
Desde entonces,
camino como ausente
pero -inútil entrega-
no ha regresado
la
lluvia.
© Javier Díaz Gil
1 de noviembre de 2010
Inquietante poema, con su punto de misterio que hace detenerse al lector y abrir nuevos mundos.
ResponderEliminarTe imagino ya de vuelta a casa.
Bienvenido
Gracias Jesús, ya estoy de vuelta, sí. Me alegro de que te guste el poema. Un abrazo, amnigo
ResponderEliminarQué envida (sana) tu recital en Lima. Espero que lo disfrutaras mucho.
ResponderEliminarHay sacrificios que no obtienen recompensa, pero no hay que perder esperanza. Me ha gustado mucho este poema.
Besos
Gracias Carlota. Mereció mucho la pena compartir poesía con los compañeros de Lima. Fueron muy amables y la experiencia gratificante.
ResponderEliminarMe alegra mucho de que te haya gustado el poema. Un beso Carlota