miércoles, 1 de septiembre de 2010

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar septiembre 2010



TU ROSTRO

No veo tu rostro.
Y no sé si fueron las sombras
-el recuerdo de tu piel-
o quizá una lágrima
-no el sudor-
lo que resbaló por tu pecho.

La luz del día
diluyó mi silueta para siempre.

Tus dedos aún tiemblan
entre mis dedos.

Si pudiera ver tu rostro
-lo sabes-
me reconocería.

© Javier Díaz Gil
22 de agosto de 2010

2 comentarios:

  1. Reconocerse en el rostro "del otro" es una forma sutil, "sin amenazas" para uno mismo. Bicos de cores.

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  2. Gracias Maribel. Reconocernos en los demás. Somos también los demás. Lo que nos rodea, los que nos rodean nos construyen.
    Bicos Maribel
    Javier

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