EL FRANCOTIRADOR (IV)La sangre circula
dolorosamente.
Se demora a su paso y se ovilla
como el ronroneo de un gato
en el nido de tu pecho,
en el perfil de tu cuello,
en el límite de tu mirada.
Para que se vacíe la vida.
Para que no se alargue
esta agonía.
(Sabe el cuerpo el lugar
por donde entrarán las balas.)
© Javier Díaz Gil2 Junio 2008
Ver en este blog también:
El francotirador (I)El francotirador (II)El francotirador (III)
Hola!!
ResponderEliminarTus cuatro francotiradores tienen un tiro certero...
Con tu permiso intentaré rodearle y dar una vuelta tranquila por este campo de batalla.
;)
soy una intrusa de la bloggosfera.