martes, 1 de abril de 2008

Un poema de Javier Díaz Gil para empezar abril 2008




EL FRANCOTIRADOR (III)


Le bastaron tan sólo
dos disparos.

(Todo fue tan rápido...)

Reventó con pulso firme
la única bombilla que iluminaba la estancia.

La oscuridad cubrió mis ojos.

Luego,
una segunda bala
y el golpe sordo de un cuerpo
contra el suelo.

Alargo mi mano.
Temblando acaricio
sus cabellos destejidos.


Sabe el francotirador que espero
su tercer disparo.

Este cuerpo caído
también tiene
mi rostro.

© Javier Díaz Gil
1 Abril 2008


(Ver también en este blog los poemas:

El francotirador I
El francotirador II)

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