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(De izq. a dcha.: Juan Antonio Arroyo, Jorge Díaz-Leza,
Amelia Peco y Javier Díaz Gil) |
Café Libertad 8. Presentación de "Huellas de dinosaurio"
Este pasado jueves 27 de septiembre de 2018 participé en la presentación del libro "Huellas de dinosaurio", volumen en el que conviven y conversan los poemas de Juan Antonio Arroyo y las pinturas de Amelia Peco.
Junto a mí, la presentación corrió también a cargo de Jorge Díaz-Leza, poeta, novelista y activista cultural que glosó las palabras del prologuista del libro, Pedro Letai, y animó la conversación posterior.
Inicié el acto, leyendo el texto que escribí para este fin y que leí ya en la presentación que hicimos de "Huellas de dinosaurio" en enero de 2018 en la Asociación de Escritores. Podéis leer estas palabras previas pinchando en
este enlace, (la entrada de este blog donde recogí lo acontecido aquel día).
Pero para comentar lo acontecido en Libertad 8 os voy a dejar con el texto que generosamente me ha enviado Omega Escribano, escritora y compañera de la Tertulia "Rascamán".
Esta es su crónica:
Huellas de dinosaurio
En la presentación de este poemario de dos amigos y compañeros como Juan Antonio y Amelia, presentado por Javier Díaz Gil y comentado por Jorge Diaz-Leza, fuimos a acompañarlos algunos miembros de la Tertulia Rascamán. Mezclan una gama de esa paleta de colores que extiende Amelia con sus cuadros y la maravillosa impronta de sus palabras que con sus versos nos brinda Juan Antonio. Su título no es más que una invitación, una sugerencia a esa evolución personal, emocional, espiritual y psicológica, que recorre todos los aspectos de la vida humana: una infancia, que retratan de manera independiente y tierna pero unida por el simbolismo de sus dos disciplinas. Cual maestros nos dan las lecciones muy valiosas y si se es sagaz e inteligente se sacará una buena enseñanza. Después seguimos con una adolescencia de pasión y ardor juvenil con los comienzos de los primeros pensamientos profundos; la madurez, estoica y de evolución constante está presente en cada fase y en toda su obra, pues se entrelazan el pasado con el actual pensamiento del poeta y la pintora, cuyos rasgos característicos en sus cuadros son los colores: de el marrón que asienta lo terrenal, sensitivo y su femineidad a los amarillos para la luz, la salida a esa evolución espiritual y psíquica... Y termina este poemario con lo irremediable: el final y muerte de todo ser humano.
Cada uno en su forma y esencia ha creado algo original y creativo, un poemario único en su género. Gracias, Juan Antonio y Amelia por regalarnos una presentación entrañable a la par que magistral. Recomendaría este poemario a todas aquellas personas que sepan valorar poesía y arte de calidad.
Omega Escribano
28 de septiembre de 2018
Gracias, Omega.
Y gracias, por supuesto, a todos los que nos acompañasteis.
Os dejo con algunas imágenes del acto, que me ha enviado también Omega.